Una de las principales piedras de toque del mercado del libro electrónico es la escasez todavía de títulos disponibles, en proporción con la cantidad de dispositivos móviles que permiten leer libros u otros documentos.


Por eso, creo que un uso bastante práctico que se le pueden dar tanto a los lectores portátiles de eBooks como a los teléfonos móviles es el transferir documentos de prensa escrita para poder leerlos en cualquier ocasión posterior, sin que necesariamente tenga que ser online. A continuación os sirvo este microtutorial sobre cómo hacerlo, o mejor dicho, ¡sobre una posible combinación de cómo hacerlo! así que, con la venia, emplearé la primera persona del singular:

1. Primero entro en la página web de uno de los diarios que suelo leer. A menudo, estas páginas no tienen una maquetación pensada para un lector móvil, amén de estar plagadas de publicidad y otros artefactos que distraen la lectura, por eso una opción que acostumbro a utilizar es la opción (que la mayoría de diarios ofrecen) de visualizar la Versión para Imprimir, que suele estar localizada en la cabecera de los artículos:

2. Una vez que se abre dicha versión para imprimir, elijo que formato se ajustaría mejor a mi plataforma de destino (el teléfono, el lector, el mismo ordenador…). Una opción sencilla puede ser elegir la opción «Archivo > Guardar como…» y almacenar el artículo en versión HTML (un formato estándar) o imprimir una copia usando la impresora de PDF, para obtener un archivo PDF.



3. En mi caso, transfiero el archivo HTML a mi dispositivo móvil (un iPod Touch) empleando el software Stanza, del cual ya se habló en un post anterior. La versión de escritorio de esta aplicación, además de permitir abrir y leer el HTML, tiene una opción que permite compartir el fichero abierto con un iPod / iPhone si tanto éste como el ordenador están conectados en la misma red WiFi





4. Una vez sincronizado el documento HTML con el Stanza de mi iPod, ya puedo leerlo, pasando páginas según el reflujo de texto que haya hecho, como si fuera un libro. Es cómodo de leer, aunque depende bastante de como esté estructurado el HTML de la versión para imprimir de origen, a veces se cuelan pies de página donde no deben, o titulares repetidos, pero me parecen molestias menores. 


Aspecto del PDF del artículo, en Adobe Reader

5.En paralelo, visualizo el PDF en el ordenador usando Adobe Reader (por ejemplo) y luego lo transfiero a mi lector portátil de eBooks, un Cool-er, conectándolo al USB y arrastrando al PDF al sistema de archivos del lector. El resultado es bastante más fidedigno y elegante, conservando imágenes, apariencia y tipografías, viendo el PDF al 100% de escala. Incluso cuando aumento el tamaño de éstas («hacer zoom») con la consecuente pérdida de la maquetación estática debido al reflujo del texto, su legibilidad me parece muy buena (o juzgad vosotros mismos a partir de las fotos) a pesar de la inclusión de algunas cabeceras de relleno (como sucedía con el HTML).



Conclusiones:

1) La opción PDF -> lector eBook me parece la más rápida y con mejor resultado.

2) El Stanza de iPod / iPhone es un programa muy versátil, que permite una serie de opciones multimedia interesantes (los enlaces del HTML se conservan y funcionan en él)

3) Un consejo final: animaros a buscar y encontrar fuentes de información además de los diarios «mainstream». Existen infinidad de blogs y páginas web ahi fuera con artículos interesantes. Si ponemos por delante la excusa de la falta de tiempo para leerlos todos, llevarlos encima en un lector puede ayudar a rellenar esos ratos muertos en la sala de espera del dentista, en el tren, etc. ¿Qué tal si leemos más gastando menos papel 😉 ?




Cómo pasar artículos de prensa a lectores portátiles

Un pensamiento en “Cómo pasar artículos de prensa a lectores portátiles

  • diciembre 2, 2009 a las 11:13 pm
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    Hola,

    Enhorabuena por el post y por el blog. Me ha gustado especialmente la idea de tu especialización, al pretender servir de soporte al creciente número de usuarios que se han comprado un ereader y se encuentran tras la compra bastante limitados a la hora de sacarle partido. De hecho, sólo una minoría de los fabricantes de ereaders se han dado cuenta de esto (como sería el caso del Alex, por spring design), de manera que están superando la traducción literal del objeto libro de papel al ereader y están utilizando la pantalla de tinta electrónica para otros usos, como por ejemplo leer textos un poco largos que aparecen en algunas huelgas, ya sea un periódico, la wikipedia, etc.

    Hace algunos años publiqué un post en la misma línea de lo que estás haciendo ahora, aunque eran tiempos anteriores a los lectores de libros electrónicos comerciales y se trataba de facilitar en lo posible el uso de LyX para producir de forma sencilla y barata y libros con calidad de imprenta.

    Lo dicho, mucho ánimo

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