Hace dos días fue presentado al mundo el nuevo modelo de SmartPhone de Apple: el iPhone 5.
Dejando a un lado las novedades y prestaciones del nuevo dispositivo, de la cual ya dan buena cuenta los blogs tecnológicos de referencia habituales, quisiera aprovechar este hito para revisar qué implicaciones tiene la salida al mercado de este nuevo iPhone en el mundo de la publicación digital y, de paso, repasar cómo está el panorama en el aspecto que más nos afecta: los tamaños y resoluciones de los soportes en los que tendremos que «imprimir» nuestros contenidos a partir de ahora.
Para empezar, conviene recordar a todos aquellos que os dedicáis o tenéis pensado dedicaros a la edición de revistas, libros, catálogos, etc. en formato digital, que a día de hoy el consumidor típico de este tipo de contenidos lo hace desde la «pequeña» pantalla de su smartphone, seguido a cierta distancia por el usuario de tablets. Lo dicen las estadísticas de venta, los sondeos de uso y lo podéis corroborar vosotros mismos si sois usuarios asiduos del transporte público.
Por lo tanto, el segmento de mercado de las publicaciones en pantallas que caben en una mano no es nada despreciable, por más que pareciera en un principio una herejía para diseñadores y maquetadores pensar en una pantallita de poco más de tres pulgadas como un soporte posible para mostrar textos e imágenes con cierta coherencia. Esto va a irse diluyendo y cada vez más se va a consolidar un formato que estará a caballo entre los tamaños actuales de los tablets y el smartphone.
Bien, dicho esto, la principal novedad en este sentido del iPhone 5 es el tamaño Y resolución de su pantalla. He enfatizado la conjunción «Y» porque es un paso que no se dió de manera tan rotunda en el tránsito del iPhone 3 al 4. En aquella ocasión se dobló la resolución de la pantalla (la famosa Retina Display) pero se mantuvo a penas intacto el tamaño físico de la misma, que es, a la postre, el parámetro que más nos debe de ocupar. Veamos el siguiente cuadro comparativo:
Dispositivo | Tamaño pantalla (físico) | Resolución (anchura / altura) |
iPhone 3 | 3.5″ (proporción 3:2) | 320 x 480 px; 163 ppi |
iPhone 4S | 3.5″ (proporción 3:2) | 640 x 960 px; 326 ppi |
iPhone 5 | 4″ (proporción aprox. 16:9) | 640 x 1136 px; 326 ppi |
Huelga decir que a más disparidad de tamaño de pantallas, resoluciones y, sobre todo, proporciones, más dolores de cabeza para el maquetador de contenidos digitales.
Comparado con el tablet de referencia, el iPad, los iPhones tienen una proporción de aspecto más panorámica (proporción 4:3 para el iPad, 3:2 para los iPhone 3 y 4). Esto hace que los contenidos no se adapten proporcionalmente, como sucede entre los iPads 1 y 2 su «el nuevo iPad» con Retina Display.
En éste último caso, una solución muy socorrida para los diseñadores de revistas digitales, sobre todo en el caso de los usuarios de Adobe Digital Publishing (DPS) era seguir maquetando documentos a la resolución ‘antigüa’ del iPad 1 y 2 y en formato PDF. De este modo, al no romper con la proporción de aspecto, el nuevo iPad simplemente «estiraría» la pantalla hasta su resolución retina de 264 ppi y los contenidos, al ser vectoriales (o tener una resolución adecuada) se adaptarían sin problemas y rellenarían todo el espacio sin dejar vacíos.
Para ese mismo diseñador, si quería adaptar esa misma publicación para el mercado de iPhone (ya es posible actualmente con la solución de Adobe) tenía que plantear necesariamente una maquetación alternativa en páginas con una proporción de aspecto ligeramente más panorámica. La buena noticia es que con la última versión de Adobe InDesign, la CS6, es posible crear adaptaciones alternativas del diseño sin demasiados problemas gracias a los nuevos mecanismos de automatización de esta tarea.
Sin embargo, lo que han hecho con el nuevo iPhone 5 es un movimiento aparentemente extraño: han alterado lo más sensible, que era la proporción de aspecto de la pantalla, conservando la anchura (o mejor dicho ‘la dimensión más pequeña’) y estirando únicamente la altura (o ‘dimensión más grande’), añadiendo 176 píxels más.
Este cambio puede tener sentido en términos de usabilidad. Pensemos que el usuario de iPhone suele consumir los contenidos de su pantalla sosteniéndolo con una sola mano en orientación vertical. De este modo puede tener un amplio recorrido de deslizamiento del dedo en esa misma dirección vertical y a la vez tener libre la otra mano. En el caso del uso en horizontal es típico de los juegos, y de este modo se pretende que el usuario tenga más margen de maniobra en la pantalla para interactuar, y que esa interacción de los dedos no tape los contenidos de la misma.
Sean éstas o no las razones últimas de la exótica modificación del tamaño de la pantalla del iPhone 5, el caso es que ahora los maquetadores de publicaciones digitales, que suelen tener como referencia la proporción del iPad para diagramar sus contenidos, se encuentran que ahora con el nuevo smartphone de Apple un espacio «a los lados» o «arriba y abajo» a rellenar bastante considerable. Esto implica no solo más tiempo trabajando en la maquetación si no también repensar conceptualmente su revista.
En resumen, el mensaje que —en general, no solo Apple— nos está lanzando el mercado de los dispositivos es que a partir de ahora el estándar en diseño de publicaciones o contenido web es el diseño líquido, el «Responsive Web Design» (la adaptación autómatica de los contenidos según las diferentes pantallas), y que el paradigma tradicional de maquetación para papel será (es) algo marginal para unos pocos virtuosos artistas.
¡Suerte!
Especialmente interesante la novedad de Indesign CS6 respecto a los diseños alternativos, una automatización que libera trabajo a los diseñadores y que además nos abre la mente respecto a la tarea de maquetar. Para los profesionales que nos dedicamos a la enseñanza del diseño, el concepto de diseño líquido es una realidad fantástica que nos hace replantear y fortalecer los principios fundamentales del diseño y la composición gráfica.
Montse
Muy buenoooo!!!