Cómo actualizar el firmware del lector Cool-er

Hace unos pocos meses adquirí el lector portátil de libros electrónicos Cool-er. Es posible que ya lo hayáis visto en algunos grandes almacenes, es uno de los más distribuidos. Podéis encontrar más información en el sitio web del fabricante. 


Estos dispositivos son novedosos, y por lo tanto, frágiles. Mi lector Cool-er, a las pocas semanas de comprarlo empezó a «hacer el tonto», hasta que un día se quedó colgado del todo mostrando únicamente unas franjas de grises, como se ve en la figura:



Ante lo que me temí lo peor. Fui a la tienda con intención de me lo cambiaran por otro, pero en su lugar me dieron unas instrucciones para actualizar el firmware. En este post trato de resumir estas instrucciones por si alguna vez os sucede y podáis salir del paso sin mayores problemas.


IMPORTANTE: Antes de empezar con el proceso, y si es posible, hay que realizar copias de seguridad de todos los archivos de libros que tengamos cargados en el lector, puesto que se perderán al actualizar el firmware. Además, si tienes en tu Cool-er libros protegidos con Adobe Digital Editions, debes desautorizarlos conectando tu Cool-er al ordenador y pulsar Ctrl+Mayús+D


1) Para empezar, hay que descargar el archivo que contiene la actualización del firmware. Esto se puede realizar desde la misma página del fabricante, concretamente aquí:




He aquí el enlace directo para descargar el firmware.


Se trata de un documento comprimido ZIP o RAR. 


2) El siguiente paso consiste en descomprimir dicho documento ZIP y copiar los contenidos del mismo en una tarjeta SD. En este punto merece la pena realizar una advertencia: es posible que al descomprimir el .zip obtengas como resultado una carpeta. Pues bien, lo que hay que copiar a la tarjeta de memoria SD no es dicha carpeta si no los contenidos de ésta. Es decir, al final en la tarjeta de memoria ha de quedar copiado el reguero de carpetas y archivos que están dentro de la carpeta única que resulta de descomprimir el ZIP. Si no lo hacéis así, la actualización del firmware no funcionará.




3) Luego, hay que introducir la tarjeta de memoria SD en la ranura de la parte superior izquierda del Cool-er:





4) Seguidamente, es importante conectar el lector a una entrada USB del ordenador con el cable correspondiente, para obtener alimentación.




5) Ahora viene la parte más «divertida». Hay que pulsar una exótica combinación de teclas:

  • La tercera tecla (empezando por arriba) del costado izquierdo del lector
  • El pulsador central de la botonera de navegación (ver la primera foto de este post, está indicado con flechas naranjas)
  • El pulsador de RESET de la parte posterior del lector



Todo esto a la vez. A nadie se le escapa que es algo complicado realizar esto con únicamente dos manos y diez dedos. Ni siquiera al fabricante. Observad el video-tutorial de cómo actualizar el firmware que tienen en su web, en el minuto 0:50 para ver cómo solucionaron esta ligera dificultad 😉  (yo no desvelaré mi secreto).

6) Una vez hecho esto, el LED luminoso de la parte superior derecha del Cool-er hará unos breves parpadeos y se reiniciará, leyendo los contenidos de la tarjeta SD y procediendo a reinstalar el sistema y los archivos. El proceso tarda algunos minutos, en los que el lector muestra curiosos dibujos «manga» (ésta me pareció la parte más surrealista del proceso):




Una vez que finalizan los pasos de instalación, aparece un enésimo dibujo que reza «Good». Ya es posible reiniciar normalmente el Cool-er y seguir disfrutándolo con mayor estabilidad.


¡Espero que este mini tutorial os haya servido!





Cómo pasar artículos de prensa a lectores portátiles

Una de las principales piedras de toque del mercado del libro electrónico es la escasez todavía de títulos disponibles, en proporción con la cantidad de dispositivos móviles que permiten leer libros u otros documentos.


Por eso, creo que un uso bastante práctico que se le pueden dar tanto a los lectores portátiles de eBooks como a los teléfonos móviles es el transferir documentos de prensa escrita para poder leerlos en cualquier ocasión posterior, sin que necesariamente tenga que ser online. A continuación os sirvo este microtutorial sobre cómo hacerlo, o mejor dicho, ¡sobre una posible combinación de cómo hacerlo! así que, con la venia, emplearé la primera persona del singular:

1. Primero entro en la página web de uno de los diarios que suelo leer. A menudo, estas páginas no tienen una maquetación pensada para un lector móvil, amén de estar plagadas de publicidad y otros artefactos que distraen la lectura, por eso una opción que acostumbro a utilizar es la opción (que la mayoría de diarios ofrecen) de visualizar la Versión para Imprimir, que suele estar localizada en la cabecera de los artículos:

2. Una vez que se abre dicha versión para imprimir, elijo que formato se ajustaría mejor a mi plataforma de destino (el teléfono, el lector, el mismo ordenador…). Una opción sencilla puede ser elegir la opción «Archivo > Guardar como…» y almacenar el artículo en versión HTML (un formato estándar) o imprimir una copia usando la impresora de PDF, para obtener un archivo PDF.



3. En mi caso, transfiero el archivo HTML a mi dispositivo móvil (un iPod Touch) empleando el software Stanza, del cual ya se habló en un post anterior. La versión de escritorio de esta aplicación, además de permitir abrir y leer el HTML, tiene una opción que permite compartir el fichero abierto con un iPod / iPhone si tanto éste como el ordenador están conectados en la misma red WiFi





4. Una vez sincronizado el documento HTML con el Stanza de mi iPod, ya puedo leerlo, pasando páginas según el reflujo de texto que haya hecho, como si fuera un libro. Es cómodo de leer, aunque depende bastante de como esté estructurado el HTML de la versión para imprimir de origen, a veces se cuelan pies de página donde no deben, o titulares repetidos, pero me parecen molestias menores. 


Aspecto del PDF del artículo, en Adobe Reader

5.En paralelo, visualizo el PDF en el ordenador usando Adobe Reader (por ejemplo) y luego lo transfiero a mi lector portátil de eBooks, un Cool-er, conectándolo al USB y arrastrando al PDF al sistema de archivos del lector. El resultado es bastante más fidedigno y elegante, conservando imágenes, apariencia y tipografías, viendo el PDF al 100% de escala. Incluso cuando aumento el tamaño de éstas («hacer zoom») con la consecuente pérdida de la maquetación estática debido al reflujo del texto, su legibilidad me parece muy buena (o juzgad vosotros mismos a partir de las fotos) a pesar de la inclusión de algunas cabeceras de relleno (como sucedía con el HTML).



Conclusiones:

1) La opción PDF -> lector eBook me parece la más rápida y con mejor resultado.

2) El Stanza de iPod / iPhone es un programa muy versátil, que permite una serie de opciones multimedia interesantes (los enlaces del HTML se conservan y funcionan en él)

3) Un consejo final: animaros a buscar y encontrar fuentes de información además de los diarios «mainstream». Existen infinidad de blogs y páginas web ahi fuera con artículos interesantes. Si ponemos por delante la excusa de la falta de tiempo para leerlos todos, llevarlos encima en un lector puede ayudar a rellenar esos ratos muertos en la sala de espera del dentista, en el tren, etc. ¿Qué tal si leemos más gastando menos papel 😉 ?




Leyendo libros EPUB con Stanza (I)

Uno de los formatos más usados en la actualidad para editar libros digitales es el EPUB (Electronic PUBlication). En el futuro en este blog hablaremos largo y tendido de los entresijos de este formato (así que ¡estad al tanto, editores!), pero hoy es viernes y es mejor relajarse y pensar en leer libros 😉


Para leer libros electrónicos («eBooks») en formato EPUB en mi dispositivo iPod Touch, utilizo un software llamado Stanza, del fabricante Lexcycle. Este software está muy recomendado en la comunidad de lectores de eBooks y la verdad me parece muy completo y fácil de usar, así que he decidido dedicarle una serie de posts en PublicarEnDigital.


Sin embargo, en lugar de empezar a mostrar las prestaciones de este lector en el iPod / iPhone, quisiera llamar la atención sobre su versión Desktop, disponible para Windows o Mac OS. Esto nos permite leer el mismo libro desde nuestro ordenador o desde el teléfono, indistintamente, además de poder transferir los libros descargados desde el ordenador al dispositivo móvil (sin duda una de las prestaciones más útiles).


Para empezar, iremos a la página de descargas de Lexcycle para elegir nuestro sistema operativo:

La instalación, tanto en Windows o Mac es muy sencilla, y en muy pocos minutos ya podremos ejecutarlo:


Una faceta interesante es que, al igual que hacemos con un navegador web, podemos elegir entre abrir un documento .epub situado en nuestro ordenador, o abrir directamente una URL que contenga un libro electrónico en este formato. Una buena idea puede ser visitar algunos de los sitios web que nos ofrecen descargar ediciones digitales de libros en formato EPUB. Uno de ellos es epubBooks. Allí podremos navegar entre muchos títulos publicados y, al localizar el que nos interese, optar entre descargarlo, o copiar la dirección del .epub para posteriormente pegarla en la opción «Open Location…» de Stanza:

Paso #1:

Paso #2:
y voilà, ya podemos empezar a leer nuestro libro. La ventaja de un archivo EPUB es que es muy flexible: no sigue una maquetación estática si no que el texto fluye. Un EPUB es muy maleable, así que Stanza nos deja juguetear con él, a saber:
  • Cambiar la tipografía (¡sí, también a Comic Sans!, si la tenemos :-D)

  • Cambiar la disposición del texto (una columna, dos, tres…) y la combinación de colores de papel y texto (por ejemplo, una combinación llamada «Anochecer» con fondo negro y letras blancas, para no deslumbrar al prójimo)
  • Activar un modo de desplazamiento («scroll») para leer sin tener que actuar con los dedos para seguir la lectura.
Así como otras prestaciones. Además, el texto se adapta a cualquier tamaño de la ventana de lectura. Es decir, al hacer más estrecha dicha ventana (intentando emular el tamaño de un dispositivo móvil), el texto refluye automáticamente, partiendo frases (e incluso palabras por sílabas, si así se lo indicamos), de tal modo que no perdamos detalle de la lectura.
Finalmente, en el caso de que queramos leer el mismo libro en otros formatos (para otros dispositivos, uno nunca sabe…) existe una opción en el menú Archivo para tal menester, con multitud de opciones de transmutación. Algunas de ellas más exitosas que otras, todo hay que decirlo, pero eso lo analizaré en un post-erior 😉
¡Feliz Lectura!

¿Qué es un Libro Electrónico?

A menudo las preguntas que parecen obvias son las que desatan más debate. Ahora todo el mundo habla sobre los libros electrónicos. Pero ¿qué es realmente un libro electrónico? ¿dónde está la definición?

La que nos proporciona la Wikipedia en castellano es: «Un libro electrónico […] es una versión electrónica o digital de un libro.», definición ilustrada -cómo no- con fotografías de lectores portátiles, tan de moda en estas fechas.

Parémonos un momento a analizarla: según esta definición de libro electrónico, primero ha de existir una versión «en papel» del mismo libro. A día de hoy, en la inmensa mayoría de los casos es así: se publica un libro de la manera tradicional en papel y de manera adjunta o posterior, su versión digital. ¿Qué pasa entonces si mañana mismo un escritor decide iniciar su nueva novela solamente en formato digital? ¿Dejaría de ser un libro entonces, según la definición de la Wikipedia? O, sin ir más lejos ¿sería la propia Wikipedia un libro? No existe -de momento- su versión en papel, pero es la enciclopedia más consultada en el mundo. Siendo así, ¿podemos aseverar que la Wikipedia NO es un libro digital? 

Como vemos, definir qué es un libro digital o electrónico no es una tarea tan simple. También juega un papel clave la semántica de facto: hoy en día muchas personas asumen que un libro electrónico no es más que el «cacharrito» portátil lector de libros, sin más consecuencias. Sin embargo formalmente no es tan sencillo. El manual de instrucciones que nos entregan con nuestra flamante cámara de fotos probablemente se limite a un documento PDF dentro de un DVD de datos. ¿Es este manual un libro electrónico?


Yendo un punto más allá en este análisis ¿se podría considerar este blog un libro? Por supuesto, no existe una versión en papel del mismo, y a penas consta a día de hoy de unas pocas entradas. Sin embargo, a medida que vaya creciendo en artículos, podría llegar a ver la luz su versión en papel, justo lo contrario de lo que afirma la definición de Wikipedia. De hecho ya existen algunos ejemplos famosos de traslación de Blogs a libros en papel, como son los casos del blog de Kirai y el de la Crisis Ninja de Leopoldo Abadía.


Qué es un libro electrónico y sobre todo que NO es un libro electrónico me parece una bonita controversia. En los artículos que vendrán intentaré arrojar algo más de luz sobre el asunto. De mientras, siempre nos quedarán los comentarios…



 

¡Bienvenidos!

¡Hola! Hoy inicia su andadura este blog, que pretende ser una guía para todos aquél que esté involucrado en un grado y otro en el mundo de la edición digital, tan de actualidad ahora mismo. En él iré volcando, en forma de notas breves, tutoriales, vídeos y artículos de opinión diferentes aspectos de todo aquello que suponga editar en medios digitales.

Entre ellos, podría mencionar a modo de sumario los siguientes:

  • Cómo editar y publicar libros en formato electrónico (PDF, EPUB, lo que se tercie… 😉  )
  • La creación y almacenamiento de documentación digital en general
  • Los estándares de la información digital
  • Hardware para la lectura de libros y otros documentos electrónicos («eBooks», etc.)
  • Software para la elaboración o conversión de contenidos
  • Metodología de trabajo para la edición digital
  • Filosofía de la Información en la Era Digital
  • Otros…
Espero que podáis encontrarle un uso práctico a este blog. La intención no es cautivar al lector en largos tutoriales, si no proveer de cápsulas de información simples que sirvan para aclarar ideas o despejar caminos.  También lo podréis seguir desde Facebook y, quizás (cuando le vea el uso) a Twitter.
¡Un saludo!
Ignacio Lirio.