iBooks Author ha muerto ¡Viva iBooks Author!

Tristes noticias.

Aunque se sospechaba desde hace ya algún tiempo, Apple ha confirmado a fecha de 11 de junio de 2020, que abandona el desarrollo de su herramienta iBooks Author, la aplicación nativa para MacOS que permitía maquetar libros interactivos para el iPad, iPhone y para el Mac.



iBooks Author había nacido casi de la mano del propio iPad, y se planteaba como una herramienta revolucionaria para, sobre todo, crear materiales docentes en forma de libros electrónicos que fueran mucho más allá de meros textos, imágenes y algunos links. Con una interfaz de usuario muy intuitiva (al estilo de todas las apps de MacOS), iBooks Author permitía maquetar libros electrónicos híbridos, que se podían leer tanto en horizontal (algo más parecido a una presentación tipo Keynote o PowerPoint) o en vertical como texto «corrido» al uso de los e-books tradicionales, acompañado de miniaturas al margen que se convertían en todo tipo de widgets interactivos.

Entre estos widgets se podían incluir pases de diapositivas, áreas de zoom comentadas, vídeo, audio, modelos 3D interactivos o, incluso, cualquier widget incrustado diseñado en HTML5. Todo un lujo de prestaciones que dejaba absolutamente atrás y en la lejanía a muchas de las herramientas competidoras (herramientas que, todo hay que decirlo, fueron discontinuadas en su día, como Adobe DPS).

Sin embargo el prometedor mercado que iban a ser los libros electrónicos «enriquecidos» con todo tipo de artilugios multimedia interactivos incrustados, no llegó a cuajar en un mercado más bien abúlico, donde los libros electrónicos no han hecho demasiada fortuna más allá de las novelas, los ensayos y algún cómic o cuento infantil.

Todo esto —supongo— ha llevado a Apple a retroceder y confiar en su suite de ofimática la elaboración de libros electrónicos para su plataforma de venta Apple Books (antigua iBookStore). 

En concreto, quienes deseen seguir maquetando libros en formato EPUB3 usando herramientas de Apple, deberán hacerlo usando Pages. Una herramienta que, sin desmerecerla, no sustituye ni de lejos a iBooks Author, ya que no permite incrustar todos esos maravillosos widgets interactivos que sí tiene iBooks Author.



En resumen, el panorama del libro electrónico suma un día sombrío más con esta pérdida. La idea romántica del libro digital como un baúl de los tesoros en una librería próspera se va diluyendo. Muchos proyectos interesantes e innovadores dentro de la industria educativa (y fuera de ella) se quedan un poquito más huérfanos hoy sin iBooks Author.


¿La alternativa? Abrazar el EPUB3, usando flujos de trabajo basados, por ejemplo, en Adobe InDesign CC.
¡Seguiremos informando!







El futuro de la Prensa Digital (I)

Ya no es novedad ni noticia que las ventas de los diarios y revistas en papel han caído en picado en los últimos años, y que continúan haciéndolo. Hace poco pudimos contemplar la dramática última portada del diario The Independent.

Aspecto de la última portada del diario británico The Independent

Además de las decenas de referencias que podemos encontrar sobre el desplome en las ventas, podemos apreciarlo en nuestra experiencia cotidiana: ese vagón del tren donde antes reinaban los pliegos de los periódicos abiertos, ahora es un hervidero de viajeros pasmados frente a las pantallas de sus smartphones.

Los kioscos cierran sin traspasar el testigo a otro aventurado emprendedor, y los que sobreviven, van languideciendo. La prensa tradicional, basada en el papel, no es que esté en crisis, está en agonía irreversible. 

El quiosco de mi barrio lleva ya años en «Se Traspasa», sin éxito.
(foto: MilAnuncios.com)


Sin embargo, esto no quiere decir que la prensa en si esté herida de muerte, ni siquiera el periodismo (aunque este sería otro tema controvertido). Sigue existiendo la demanda de información, siguen habiendo lectores ávidos de conocer noticias, leer reportajes y consumir historias, datos y relatos. Está claro que el presente y el futuro de la prensa, como el del resto de productos basados en la información, es digital. Ahora bien ¿cuál es el futuro de la Prensa Digital? 


Hagamos un breve repaso de lo ocurrido hasta ahora.

Al principio, cuando todavía los diarios en papel eran el producto estrella, y las ventas y la publicidad gozaban de buena salud, lo digital era un subproducto derivado del papel. A partir de la edición impresa, se extraían titulares o noticias completas que alimentaban la página web asociada al diario, y poca cosa más. 

Entonces, la principal vía de lectura eran los ordenadores personales de sobremesa, y seguía siendo más sable consultar la prensa en formato papel. Sin embargo, al ofrecer la web la posibilidad de consultar los contenidos en abierto, no de un diario si no de todos aquellos que a uno se le antojara, empezó a ser más atractiva —y económica— la opción de consultar la prensa a través de los sitios web de los diarios. 

¿Tiene sentido una publicidad exterior de tu diario, maquetado para papel
 a varias columnas, enmarcado en un tablet?
(fotografía tomada en el exterior de la sede del diario El Día de Valladolid)

Éstos a su vez, optaron por ocultar la mayor parte de sus contenidos tras barreras de pago por suscripción, que no acabaron de funcionar, debido al temor a ser el primero y que los competidores aprovecharan para seguir ofreciendo contenidos en abierto y ganando lectores y popularidad, aunque fuera online, y ganar así rating e ingresos por publicidad digital. Así que tras una primera oleada de “candados”, la gran mayoría de cabeceras volvieron a ofrecer sus artículos en abierto, entregándose entonces a la publicidad en forma de banners de lo más variopinto para obtener ingresos.

Desaparece entonces el concepto de Edición (de la mañana, de la tarde) y aparece la Edición continua. Al no tener que depender de la rotativa, la prensa digital está constantemente actualizada, y las páginas web de los diarios se convierten en una suerte de teletipos en tiempo real que emite titulares dinámicos y donde los lectores acuden varias veces al día. La necesidad de consultar un diario en papel para estar informado se volatiliza paulatinamente. 

En estas circunstancias, entra en escena la crisis económica que socava los ingresos por publicidad de los diarios, y la aparición de un actor esperado: el tablet, en forma del iPad de Apple al principio. La lectura se hacía digital y móvil. 

Era la gran esperanza de la prensa digital, que veía cómo podía darle continuidad al formato tradicional, metiendo los contenidos en la pantalla de los tablets. De este modo, los lectores (y la publicidad, y las suscripciones, y los ingresos) migrarían del viscoso entorno de la web a unos relucientes periódicos digitales interactivos que harían volver al negocio a una nueva era de oro. 

Aparece entonces una plétora de apps “quiosco” que ofrecen los mismos contenidos que la prensa impresa (o a veces más contenido y mejorado) a cambio de un modelo de negocio que imita el tradicional: pago de suscripción mensual, anual o compra de ejemplares individuales. 

Aspecto tradicional de la aplicación «Newsstand» (Quiosco) de iOS de Apple.
(imagen: Adobe.com)

A pesar de que la aceptación de este producto no fue mala, y no son pocas las cabeceras que están presentes en las diferentes stores (AppStore, Play Store), las cifras de ventas y suscripciones distan mucho de ser las óptimas para dar rentabilidad a un producto digital que además ha de ser innovador e incorporar nuevos contenidos que son costosos de producir. El grueso de lectores sigue optando por consultar los contenidos en abierto de las páginas web de los diferentes periódicos, y declina realizar el esfuerzo de apuntarse a pagar por acceder al contenido en su tablet.

¿Qué hacer entonces? ¿Dónde está el fallo?


En mi opinión, la clave está en darse cuenta de cuáles son las costumbres asentadas de consumo por parte de los lectores. En concreto, reconocer cuáles son las vías por las que las noticias, y la información en general, llega hasta los usuarios. 

El lector digital ya no siente la necesidad de ser fiel a uno o más periódicos, si no que compara la misma noticia desde varias fuentes, ya que es extremadamente sencillo hacerlo. Por lo tanto, depositar una confianza más o menos ciega en invertir ni que sea 1€ en fijar la atención en lo que tiene que decirme un diario, y sin saber a priori qué me voy a encontrar dentro, deja de ser una opción. 

Por otro lado, la avalancha del Social Media ha cambiado por completo el escenario. Ahora, con casi todo el mundo pendiente de la pantalla de su smartphone o tablet a casi todas horas, en casa o en mitad de la calle, la información viene canalizada a través de los timelines de las diferentes redes: Twitter, Facebook, Instagram, Pinterest, etc. 

Es desde esos escaparates que se accede y se interactúa con las noticias, novedades, curiosidades, etc. Ya no existen unas pocas fuentes de información que la ofrecían de forma unidireccional hacia el consumidor. Ahora todo el mundo es lector y generador de noticias al mismo tiempo, y solamente aquellos pocos medios que lo presenten todo aglutinado de manera simple tendrán el beneficio de disponer del tiempo e interés del lector. Por lo tanto, es difícil que un solo diario o revista consiga ganar cuota de pantalla en el territorio del dispositivo personal de cada usuario.

Aspecto de la aplicación Apple News para el iPad
(fuente: TechoBuffalo)

En esta línea, en 2015 Apple al sacar el sistema operativo iOS 9 para sus dispositivos móviles, hizo una maniobra que puede ser un punto de inflexión: suprimió la app Quiosco (‘Newsstand’) que ofrecía un coto cerrado para aquellas apps de publicaciones periódicas y lo ha sustituido por una nueva app llamada Apple News (a día de hoy, solo disponible para los mercados anglosajones) que cambia radicalmente el modelo.

Apple News es una aplicación agregadora de noticias, como Google News, pero con un aspecto atractivo (tipo Flipboard) que suma la experiencia de la AppStore para intentar reimpulsar la prensa digital. 

El funcionamiento de Apple News es simple: es, literalmente, un mercado de noticias. Los diversos proveedores de información (diarios, revisas, agencias de noticias, etc.) elaboran sus notas de prensa en formato en bruto, sin añadir ningún tipo de diseño o maquetación más allá del etiquetado semántico de los contenidos y los metadatos.

Estas noticias en bruto se envían a Apple News, que las mostrará a los lectores de su aplicación en función de su perfil (intereses, localización geográfica, etc.) junto con publicidad contextual gestionada también por Apple, dentro de su programa iAd, pero donde el proveedor de noticias —de momento— recibirá el 100% de los ingresos del anunciante.

Es decir, se deja en manos de un solo actor (Apple) la distribución de los contenidos a través de una única aplicación, en lugar de que el usuario entre en un quiosco y elija qué aplicación descargar o a qué revista suscribirse. No es que las apps de este tipo dejen de existir, pero sí es un paso bastante firme hacia una adaptación de la prensa digital a las costumbres del lector. 

La mayoría de usuarios no emplean varias aplicaciones para informarse. Lo más habitual es usar alguna app que agregue noticias de múltiples fuentes (suscripciones a newsletters, feeds, o sobre todo Twitter) para obtener la información de primera mano y luego, en todo caso, acceder mediante un hipervínculo a la página de destino que contenga la información ampliada que nos interese.

En este contexto ¿cuál es el futuro esperable para la prensa digital? 

En mi opinión, centrarse más en el contenido que en el contenedor. De ahí que estemos viviendo ahora en la emergencia de una era dorada de las infografías interactivas y sobre todo de los gráficos en movimiento en forma de microcápsulas de vídeo y del inefable GIF animado. 

Hay muchas historias por contar y poco espacio-tiempo para mostrarlas, así que se impone empaquetar la información en un formato compacto y atractivo. Y sobre todo, bien posicionada mediante los metadatos, para tener la máxima repercusión. A fin de cuentas, la distribución de nuestras noticias, es decir, el camión transportista y el kiosco serán suplidos (si no lo han hecho ya) por un algoritmo.

Apple News: la nueva manera de publicar noticias en digital


Ayer, Apple hizo una serie de nuevos anuncios en otra de sus célebres Keynotes. Además de anunciar los nuevos sistemas operativos para ordenadores y dispositivos móviles (Mac OS 10.11 y iOS 9, respectivamente), también se anunciaron nuevos servicios multimedia como Apple Music o Apple News.

Éste último es un anuncio relevante para el universo de la publicación digital. Hubo ayer mucho revuelo con respecto a Apple News en el regate en corto de Twitter. Ahora ya con menos agitación, sentémonos a analizar con calma: ¿Qué supone la llegada de Apple News al panorama de la publicación digital? Veamos las ideas clave:

1) Apple News estará disponible a partir de iOS 9

2) Apple News viene a sustituir al Quiosco o “Newsstand”: hasta ahora, los diarios y revistas periódicas podían crear sus apps de contenidos y ofrecerlas al público segregadas del resto de apps, agrupadas en el mostrador de la aplicación Quiosco (se serie en iOS). Esta app no ha tenido el éxito esperado. Hubo quejas sobre su usabilidad, que dificultaba la agilidad y el descubrimiento de contenidos. Así pues, lo más probable es que a partir de ahora las apps de estas publicaciones regresen a la pantalla de inicio del iPad o iPhone.

3) Apple News será un agregador de contenidos: es decir, pasamos de un Quiosco donde cada lector elige qué app de qué revista o diario leer, a una sola aplicación donde el usuario leerá directamente los contenidos de su interés, según sus preferencias. 

En otras palabras, no entraremos a elegir qué app de qué publicación queremos leer, si no que nos adentraremos en una lectura de contenidos donde aparecerán artículos de las diferentes revistas o diarios. En una comparación manida pero acertada, algo muy similar a lo que hace la aplicación FlipBoard

4) En Apple News publicaremos contenidos, no diseños: éste me parece un punto relevante. Apple News será quien, a partir de los contenidos en bruto suministrados por los proveedores, presentará la información con un diseño agradable y personalizable por el lector, pero ya no será el editor quien decida la maquinación de los contenidos. 

Esto significa que si una publicación desea seguir ofreciendo sus contenidos usando los recursos de diseño y funcionalidad que desee, obviamente puede seguir publicando su app quiosco libremente, pero si quiere estar presente en Apple News para tener más visibilidad, tendrá que dejar que sea esta app la que configure la apariencia de dichos contenidos.

Aspecto de la app FlipBoard para el iPad (Fotografía: Shardayyy)


5) ¿Cómo se hace negocio en Apple News? Pues básicamente adhiriéndose al programa de gestión de anuncios de Apple, o sea iAd. Apple ha anunciado que para banners autogestionados de iAd, el beneficio será del 100% para el editor, mientras que será del 70% para banners gestionados por Apple.

6) ¿Qué hará falta para entrar a publicar en esta nueva plataforma? Para empezar un Apple ID, pero sin cuotas anuales de desarrollador. Luego, disponer de los contenidos en bruto. Por ahora, en formato RSS o ATOM y más adelante en un formato propietario Apple News. Estos contenidos se enviarán a Apple para su revisión, y luego se gestionarán sus metadatos y preferencias mediante una intranet similar a iTunesConnect. Una vez aprobados, pasarán a entrar en el circuito de Apple News. 

Eso sí, de momento este servicio estará disponible solamente en inglés y solamente para aquellos usuarios de iOS 9 de Reino Unido, Estados Unidos y Australia.

Imagen del pasado no remoto: 
Apple News modificará la manera en que leemos prensa. (Foto: Travis Ruse)


En resumen, Apple se amolda a los nuevos tiempos en lo que a consumo de prensa se refiere, y sigue los pasos que anteriormente habían dado otros como por ejemplo Facebook, al permitir a los medios utilizar su red social como plataforma de publicación. Estos movimientos son lógicos ya que a día de hoy la atención de los usuarios de dispositivos móviles está focalizada casi todo el tiempo en sus redes sociales (Twitter, Facebook, Pinterest, Whatsapp…) y es ahí donde hay que insertar la información que se quiere difundir si se desea ser leído, en detrimento del uso de aplicaciones exclusivas que requieren de una atención fija y continuada en un solo tipo de contenidos, como pueden ser las revistas, apps de diarios digitales, e-books…

Realmente el internet móvil está modificando los hábitos de lectura de la mayoría de personas…

¿Son rentables las publicaciones digitales?

Otra de las cuestiones recurrentes en casi todos los foros donde hablamos sobre publicación digital, al menos en España, es si es rentable realmente sacar a la venta una publicación digital, ya sea singular (puntual) o periódica (revistas y diarios). La inquietud lógica por el retorno de la inversión se agudiza en tiempos donde los recursos para invertir son escasos.


Esto ha llevado al sector de la edición digital a una sensación generalizada de estancamiento, o de estar a la espera de «a ver cómo evoluciona todo esto».

Sin pretender ni hacer un análisis académico exhaustivo ni ánimo de polemizar, me gustaría aportar algún que otro grano de arena a este asunto complicado, de la forma más sintetizada posible.

Para empezar, quisiera distinguir entre tres posibles vías de monetización de un trabajo de publicación digital que podemos encontrar hoy en día, a saber:


  • Cobrar por la creación de los contenidos 
  • Cobrar por la venta de contenidos
  • Publicidad


Dentro del primer punto se podrían englobar una gran mayoría de diseñadores editoriales (esto incluye programadores multimedia, creadores de contenido, maquetadores, etc.) que adaptan sus trabajos a los nuevos entornos portátiles y multimedia para producir productos digitales tales como catálogos, apps promocionales, revistas gratuitas, etc. Esta reseña no está especialmente dedicada a esta manera de rentabilizar una inversión en conocimiento y herramientas, ya que es la obvia y no afecta tanto al perfil de editor.

En el segundo punto estarían las editoriales tradicionales de libros y revistas que adaptan sus contenidos al mundo digital, las publicaciones de nuevo cuño fruto de proyectos emprendedores y en general la comercialización de productos culturales que se puedan situar bajo el paragüas de «libro electrónico». Como el resto de productos que se han desmaterializado, las publicaciones digitales han sufrido un brusca oleada de devaluación bajo los lemas/mantras de «lo digital ha de ser más barato» o los varios enarbolados por los partidarios de eso tan confuso que se viene en llamar «Cultura libre».

Entonces ¿dónde está el negocio? Existen varios estudios sobre ello, quizá no demasiado madurados, al igual que el mercado en sí.

Por ejemplo, según un pequeño sondeo que realizamos recientemente en Publicar en Digital donde se preguntaba a las personas encuestadas cuál sería para ellas el precio óptimo para un libro electrónico o revista digital, la respuesta más popular con diferencia fue «de 1 a 4 euros»


La realidad de las estadísticas frías a nivel mundial y las estadísticas «calientes» empíricas que uno mismo puede realizar en su círculo profesional, la diferencia de descargas entre contenidos de pago o freemium y contenidos gratuitos es abismal: en el mejor de los casos la proporción es de 1 a 10, y en el caso más típico la proporción es de 1 a 100.

Un estudio reciente realizado por la empresa de estadísticas para apps Flurry destaca que es más probable que los usuarios compren contenidos extra dentro de una App gratuita (las llamadas IAP de ‘In-App Purchase’) que paguen por el acceso a la App en sí. La evolución de los ingresos en los diferentes mercados (básicamente AppStore de Apple iOS y Google Play para Android) así lo sugieren.

La primera conclusión podría ser que el modelo de negocio basado en obtener ingresos por la descarga de Apps de publicaciones digitales no sería suficiente para obtener un retorno de la inversión necesario.

¿Qué nos queda entonces? Si el acceso a la app en sí, que puede ser una publicación o un quiosco, ha de ser gratuito, nos quedan las suscripciones y membresías, los extras ‘premium’, los IAPs en general y, finalmente, la publicidad. Para simplificarlo, hagamos primero un listado de formas de monetización de una Publicación digital, partiendo de la base que ésta sea una App al uso:

  • Ventas de la propia App
  • Ventas dentro de la App (IAPs)
  • Suscripciones ‘premium’ de acceso a contenidos (modelo freemium)
  • Publicidad clásica dentro de la publicación
  • Publicidad gestionada o automatizada (tipo iAd)
Formas de rentabilizar que no tienen porqué ser excluyentes entre sí, claro está. Pues bien, ¿Cuáles serían los pros y contras, a priori, de cada uno de estos métodos?

Las ventas de la propia app y las IAPs permiten un control metódico de la evolución de los ingresos, así como una estadística básica sobre de dónde provienen dichas ventas. Como se ha mencionado antes, poner una barrera tarifaria al acceso de la App hará que en promedio uno de cada cincuenta o cien usuarios potenciales no se tome la molestia de descargar nuestra publicación.

Una descarga de una app gratuita no supondrá un sobrecoste para nosotros ya que éste es soportado por el Market de turno. Pero, en el caso de los quioscos donde las publicaciones se descargan via IAP, a menudo estas descargas de contenido están segregadas de los servidores del Market en cuestión, y ahí sí nos pueden estan cobrando una transferencia de datos por cada descarga. Entonces, como es costumbre y recomendación en un modelo freemium colocar un primer o primeros números de nuestra publicación de libre acceso, podríamos encontrarnos no solamente con que no estamos monetizando las descargas si no que además estamos perdiendo dinero con ello.

En el caso de las suscripciones, al igual que sucede con las publicaciones en papel, se cuenta con que la mayoría de los usuarios tengan un nivel de satisfacción óptimo con el producto y que este efecto y la propia inercia vayan convirtiendo nuestro proyecto en un goteo constante de ingresos. Sin embargo, como saben algunos pioneros de este modelo freemium de suscripciones a versiones digitales como podría ser por ejemplo la plataforma Orbyt (en España), los números todavía están lejos de la línea de flotación.

Finalmente queda la publicidad. La ventaja de colocar publicidad tanto clásica como banners gestionados o similares es que se puede tener un acceso bastante preciso a las estadísticas de visualización de esos anuncios. Esto permite conocer al anunciante el impacto detallado de sus campañas, al igual que en web. Por otro lado cabe recordar que el mercado potencial de nuestra publicaciones es mundial, y habría que ver cuántos anuncios «clásicos» serían de productos enfocados a ese mercado, o a uno más local.
De todos modos, todavía es un poco temprano para conocer datos concluyentes sobre la influencia de este tipo de publicidad en publicaciones digitales en tablets y teléfonos.

¿Qué nos puede deparar el futuro, entonces?

Es difícil pronosticar qué modelo de negocio cuadrará las cuentas de una publicación digital, aunque todo apunta que la tendencia será un empleo mixto de todas estas técnicas, y que el cobro por el acceso al producto será algo escaso. 

Para intentar arrojar algo de luz sobre cuáles pueden ser las expectativas de futuro, utilizaré algunos datos estadísticos sobre el comportamiento del mercado de contenidos digitales y uso de dispositivos, tomados tanto a nivel mundial como a nivel español.

Para empezar, según un estudio realizado por la telefónica Orange sobre uso de dispositivos en España en 2011, vemos como el dispositivo móvil (teléfono celular) está más implantado lógicamente que las tablets, pero que en España la proporción entre ambos es más reducida comparada con otros países europeos como Reino Unido, Francia o Polonia:



en este mismo estudio de Orange se afirma que los usuarios de tablets están más dispuestos a hacer compras on line que los usuarios de móvil.

Recordemos que, en general, el perfil de usuario de celular es más de comprar juegos y apps de redes sociales que contenidos editoriales, que son más propios de un usuario de tablets. No obstante, podemos ver en el siguiente gráfico la propoción de consumo de contenidos por categorías para Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España (fuente: Flurry.com):



nuevamente en España vemos una proporción más equilibrada a favor de los contenidos de publicaciones vs. otro tipo de apps (aunque los videojuegos siguen siendo claramente hegemónicos, a excepción de Italia)

Por otro lado España es el mercado donde más está creciendo relativamente más la adopción de tablets y smartphones con respecto a otros países europeos donde, todo sea dicho, el mercado está más maduro y por lo tanto presenta ya signos de saturación (fuente: Flurry.com):



A nivel mundial, los números son en principio esperanzadores, según podemos ver en la siguientes gráficas también referenciadas desde Flurry. La tendencia aquí es a una ‘democratización’ de las ventas de Apps: mientras que antes el 10% de las apps recogían el 90% de los ingresos, en el futuro cercano es que este 90% de ingresos esté en mano del 25 o 30% de las apps más populares. Es decir, está surgiendo una «clase media» de apps (o de desarrolladores de apps). Por otro lado, la proporción de ingresos por publicidad está aumentando versus suscripciones o IAPs:

Fig. 1: en verde, la proporción de rentabilidad de apps según su popularidad. En azul, la proyección estimada para 2012.

Fig. 2: Proporción de ingresos por publicidad vs. IAPs en Apps de iOS y Android (en conjunto).

Finalmente, y también a nivel mundial (básicamente a día de hoy, el mercado anglosajón), las ventas/descargas de publicaciones periódicas presentes en el Quiosco de iOS (el «Newsstand») se han triplicado en los últimos cuatro meses.

Resumiendo, de un primer vistazo a esta sopa de datos, podríamos extraer algunos puntos destacables, a saber:

  • El mercado tablet crece a un ritmo proporcionalmente más rápido que el de smartphones
  • El usuario de tablet es más propenso a consumir contenidos editoriales
  • El tablet con más cuota de mercado y con más apps editoriales disponibles es el iPad
  • La rentabilidad de un app en la AppStore de Apple es del triple con respecto a Google Play (Android)
  • La tendencia en cuanto a retorno de la inversión son las IAPs y la publicidad dentro de las publicaciones
  • El mercado con más vitalidad a día de hoy es USA+UK


y finalmente, una conclusión:

Crear una App gratuita para el Quiosco del iPad que sea un quiosco freemium con publicidad, sería por ahora la combinación con más visos de ser rentable. Esto es algo que puedes crear por ejemplo con Adobe InDesign CS6, una suscripción de Creative Cloud, una licencia de Digital Publishing Suite y los conocimientos necesarios para montarlo. Si estás buscando ahora mismo esto último, nosotros mismos te podemos echar una mano 😉

¡Feliz retorno de la inversión a tod@s!

Curso online de iBooks Author 2.2

iBooks Author es la aplicación gratuita para el sistema MacOS X (10.7 o 10.8) que permite maquetar fácilmente libros electrónicos multimedia en formato propio .ibooks, listos para ser vendidos en la tienda iBookStore o distribuidos libremente sin coste como desees. 
Estos libros podrán ser comprados por usuarios de iBookStore para ser leídos en sus iPhone, iPad u ordenadores Mac.


En este taller online de 6 horas de duración, se tratarán los siguientes puntos:

  • Creación de plantillas personalizadas
  • Importación de maquetaciones desde InDesign o EPUB3
  • Composición de capítulos y secciones
  • Maquetación de textos enriquecidos e imágenes
  • Figuras, tablas y gráficos estáticos
  • Añadir vídeo y audio
  • Añadir pases de diapositivas
  • Figuras 3D interactivas
  • Preguntas de autoevaluación para libros educativos
  • Fragmentos web: Animaciones HTML5, Mapas y vídeos de Youtube
  • Cómo previsualizar el libro en nuestro iPad directamente
  • Cómo publicar nuestro libro en iBookStore

¿Qué necesitas para seguir este curso? Un navegador con Flash Player actualizado, o un iPad con la App de Adobe Connect instalada, y una conexión a internet con suficiente ancho de banda (más de 1 MB).

¿Hacen falta conocimientos previos? No.

¿Cuándo? Próximo inicio del curso: a partir del 9 de Diciembre de 2014. El curso tendrá 5 semanas de duración durante las cuales habrá 6 sesiones de webinar/tutoría en vivo de 1 hora de duración cada una.

¿Cuánto? 79€

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También puedes contactar con nosotros a través del correo formacion@publicarendigital.com

¿Entonces esto solo vale para el iPad?

Con ocasión de la salida a la venta de mi curso video2brain «EPUB de maquetación fija«, estoy recibiendo bastante feedback por parte de usuarios que coinciden en preguntarme la misma cuestión: «Esto…¿sólo sirve para el iPad entonces?» que a veces se entremezcla con preguntas similares sobre el EPUB 3.

En esencia, existe en mi opinión un poco de confusión con respecto a este tema, así que —con vuestro permiso— quisiera aclarar algunos conceptos en este post.

A día de hoy, la mayor parte de los libros que están a la venta en la iBookStore de Apple están en formato EPUB 2.0, es decir, el mismo tipo de archivo que podemos leer en cualquier e-reader de tinta electrónica. Este tipo de EPUBs se caracteriza porque el texto es ampliable, y los contenidos refluyen a lo largo de un número indeterminado de páginas. A cambio, están bastante limitados en cuanto a maquetación o prestaciones (éstas últimas recordemos que dependerán de la combinación dispositivo-app que empleemos). 

Es por eso que el IDPF, organismo encargado de fijar las especificaciones técnicas del estándar EPUB ha estado trabajando en una evolución del formato que ha venido en llamar EPUB 3, y que convivirá con el EPUB 2.0.

¿En qué consiste este formato EPUB 3? Básicamente en la extensión del formato EPUB para adaptarlo a las nuevas capacidades sobre todo de los tablets multimedia, añadiendo características como (entre otras):

  • Maquetación Fija o «Fixed Layout»: en lugar de que los contenidos fluyan por las páginas según el usuario cambie el tamaño del texto, éstos permanecen en unas posiciones fijas, tal y como sucede con las publicaciones en papel. Esto es óptimo para revistas, catálogos o cómics, donde el reflujo de texto hacía muy complicada la adaptación de este tipo de contenidos al formato EPUB.
  • Estandarización de nuevos formatos de imagen, como por ejemplo el fomato vectorial SVG.
  • Compatibilidad con nuevos estándares del W3C como el MathML para implementar fórmulas matemáticas.
  • Capacidades multimedia como añadir Audio y Vídeo incrustados en la maquetación.
  • Ejecución de Javascripts para añadir interactividad avanzada en los libros.
Pues bien, Apple, que figura como uno de los ponentes del nuevo estándar decidió libremente implementar una versión propia «tuneada» del EPUB3 para añadir esta nueva generación de libros electrónicos avanzados en el iPad, que llamó «Fixed Layout EPUB».

Estos archivos EPUB no son estrictamente EPUB 3 por lo que no pasarían una validación estricta contra este estándar, sin embargo son bastante similares en cuanto a prestaciones.

¿Qué sucede entonces? Este tipo especial de EPUBs solo son interpretables al 100% por la aplicación iBooks de iOS, y por lo tanto los libros de este tipo se han de vender exclusivamente en la iBookStore. De acuerdo, pero ¿qué pasa entonces con Android?

Los EPUBs de maquetación fija de la iBookStore no se pueden leer en un tablet Android. Pero claro, Android es un sistema operativo abierto y por lo tanto la lógica nos dicta que los tablets Android deberían leer EPUB 3 y ésa sería la competencia a los EPUB de maquetación fija de Apple. 

Pues bien, la situación a día de hoy es la siguiente: mientras que ya hace más de un año que se pueden vender y comprar EPUBs de maquetación fija en la iBookStore, en Android el tema está estancado. No existe ni un mercado ni siquiera una App compatible con libros en formato EPUB 3. La única competencia real a Apple la ejerce Amazon con su también privado formato multimedia KF8. En resumen, malos tiempos para los estándares abiertos en este flanco. 

Hace unos días Apple anunció la actualización de su app iBooks a la versión 3.0, donde se supone que se había culminado la compatibilidad con EPUB 3. Bien, he aquí el resultado de unas pruebas realizadas con iBooks 3.0 y archivos EPUB 3 descargados desde Google Code:

En el caso de EPUB 3 con maquetación fija, se han probado dos cómics y un libro ilustrado. En el caso del libro ilustrado obtenemos un resultado óptimo, donde aparece el interface de maquetación fija, los textos son textos y en encaje es perfecto, aunque con algunos fallos de codificación en algunos caracteres. Este libro no se voltea con el iPad (esto puede ser un ajuste bloqueado por el diseñador):

En el caso del primer cómic, los contenidos son perfectamente visibles en horizontal y en vertical, pero los contenidos son íntegramente JPEG (incluidos los textos):


 En el último caso, los contenidos del cómic también son JPEG pero no se encajan bien en el interface de iBooks, por lo que obtenemos el típico «librito microscópico» que es un error muy común entre los diseñadores principiantes de EPUBs de maquetación fija:



Luego se ha probado un EPUB 3 a dos columnas y que usa el elemento HTML5 Canvas para dibujar gráficos. Este archivo es interpretado por iBooks, pero usando el interface de libros EPUB 2.0 y con algunos desbarajustes:


Conclusión: iBooks 3.0 no es del todo fiable con archivos EPUB 3 estándar, si no que el entorno tiene un aspecto experimental. Además, nuevamente no existe la tienda donde comprar esos EPUB 3, y menos protegidos con DRM para que se puedan comprar y leer en un iPad. Así que por ahora,
 iPad = iBooks = iBookStore = EPUB ‘Fixed Layout’

Ahora pasemos a tablets Android. Aquí los tests se han realizado con un tablet equipado con Android 3.0 (‘Honeycomb’).

El panorama es algo desolador y desasistido, como suele ser habitual cuando uno aterriza en Android desde iOS. Para empezar, uno no sabe muy bien cómo localizar dentro de Google Play cuál sería la app para leer EPUB 3, aunque no fueran comprados en ninguna tienda. Tras indagar un poco en este erial, parece ser al app Kobo Reader soporta EPUB 3, así que transferí los mismos archivos de la prueba con iBooks 3 a esta app en mi tablet Android 3.0.

En el mejor de los casos, esto fue lo que obtuve como respuesta:


En resumen, efectivamente los EPUB de Maquetación Fija son solamente para iBooks (iPhone/iPad), pero eso no debería preocuparte como editor o creador de contenidos ya que:
  1. iPad es el líder destacado en el mercado de tablets (cuota mercado del 70% aprox.)
  2. No hay mercado para EPUB 3 todavía.
  3. No hay apps de Android para EPUB 3 todavía.
Así que amigo/a editor/a, no sientas desasosiego por el estado de las cosas a fecha de hoy 🙂



Probando EPUBs en iBooks con Book Proofer

Una de las características quizá no tan espectaculares pero sí muy útiles de la aplicación iBooks Author es la posibilidad de ir previsualizando rápidamente los resultados de nuestros diseños directamente en el iPad con solamente clicar el botón «Previsualizar»



Cuántas veces he echado en falta algo así a la hora de probar mis libros EPUB «normales» en la aplicación iBooks del iPad. Sincronizar una simple prueba mediante iTunes, o pasar nuestro EPUB del ordenador al iPad con Dropbox… eran dos posibilidades que, si bien no son complicadas, lo hacen tedioso y espeso si tienes que estar haciendo pruebas y más pruebas.


Pues bien, ahora es posible ir por la vía directa gracias a una simple utilidad de Apple llamada Book Profer, que está disponible a través del portal de proveedores de contenidos iTunesConnect.





El funcionamiento de Book Profer es más simple que el mecanismo de un botijo y recuerda mucho al Previsualizar de iBooks Author: Basta con ir conectando a nuestro Mac tantos dispositivos (iPhone, iPad…) como queramos usar para simular nuestros EPUBs, y luego sencillamente arrastrar el documento EPUB de nuestro libro sobre Book Profer. 





Finalmente, marcar la casilla de cada dispositivo donde queramos probar (que tienen que tener la app iBooks abierta) y voilà, en muy pocos segundos ya estamos leyendo nuestra prueba del libro en el iPad:





Simple y práctico. ¡Usable!

Condiciones clave para que aprueben una App en la App Store de Apple

Existe ahora una eclosión de aplicaciones para iPhone/iPod/iPad, una «fiebre del oro» sobre todo en lo que a contenidos digitales se refiere, un deseo de que nuestras ideas o contenidos estén presentes en la pantalla de ese objeto de deseo llamado iPad.


Por ello cada día asaltan ese gran mercado llamado la App Store centenares de aspirantes a aplicación, en forma de videojuegos, libros, utilidades, etc. Al inicio, cuando había pocas apps disponibles, era relativamente sencillo que cualquier pequeña aplicación, por simplona que pareciera, obtuviese el permiso para ser publicada en la App Store. Pero las cosas han cambiado, con casi 400 000 apps (a fecha de Marzo de 2011) se podría decir que le mercado está saturado y Apple ya no aceptará cualquier cosa. 


Es por eso que en el post de hoy quisiera mencionaros algunas líneas generales a tener en cuenta a la hora de empezar o seguir vuestra App editorial, la mayoría de bastante sentido común, así como algunos puntos concretos que pueden ser más controvertidos o que podrían tumbar vuestra solicitud y proporcionaros una pequeña dosis de amarga frustración. Estos puntos han sido traducidos y extraídos desde la «App Store Review Guidelines», disponible para desarrolladores de Apple iOS. Las he separado en dos categorías: «Cosas de Cajón» y «Puntos Sensibles» (con los que hay que tener más cuidado, sobre todo si vamos a hacer contenidos editoriales):


COSAS ‘DE CAJÓN’

  • Una app que «pete» (se cuelgue o presente bugs) es rechazada de forma inmediata
  • Una app que se presente como versión «Test», «Prueba» o «Beta», también
  • La app tiene que comportarse como se anuncia en su descripción, de manera fidedigna
  • Una app que sea «otra más»; es decir una copia de una utilidad ya muy manida en la App Store, como por ejemplo linternas, niveles o aplicaciones que simulan eructos o pedos (sic) serán rechazadas
  • La app no puede solicitar datos personales del usuario (como el nombre, teléfono, etc) para que pueda funcionar

PUNTOS SENSIBLES

  • Una app que utilice una API de programación que no sea pública, será rechazada.
  • Apps que «no son muy útiles» (sic), o que sean sencillamente sitios web empaquetados como apps, o que no representen un «entretenimiento duradero» (sic) podrían ser rechazadas
  • Si la app navega por la web, debe emplear exclusivamente el sistema de WebKit de iOS y el JavasScript de WebKit.
  • Una app que sea […] simplemente un libro debe venderse a través de la iBooks Store (a fecha de Mayo de 2011 no existe iBooks Store en España)
  • Una app que contenga texto falso será rechazada
  • Antes de enviar una app para su aprobación, deben estar listas al 100% las URL de soporte para las mismas (página de descripción y política de privacidad)
  • Una aplicación que en lugar de usar los componentes de interface (y según las guías de uso del Apple Human Interface) y traten de imitar el interface del iPod serán rechazadas. De hecho todas las apps deben cumplir con los términos del Apple iOS Human Interface Guidelines. Tampoco se pueden imitar ninguna de las aplicaciones que vienen por defecto con el iPhone / iPod / iPad.
  • Si tu interfaz de usuario es compleja o menos que «muy buena» (sic), podría ser rechazada.
  • Un app que desbloquea funcionalidades o permite nuevas funcionalidades con mecanismos que no sean puramente la App Store, serán rechazadas. Hay que meplear el App Purchase API (IAP)
  • Apps que sean sencillamente recortes de una web, agregadores de contenidos (RSS) o una colección de links, también serán rechazadas


En resumen, y aunque estos puntos, como cualquier ley, tienen flecos difusos a los que se puede recurrir y a pelar, vuestra app deberá ser lo más única y original que podáis, ha de tener una interfaz de usuario trabajada para que su uso sea tan fácil e intuitivo como las propias que hace Apple y deben tener un valor añadido con respecto a lo que ya existe. 


¡Suerte con vuestras apps, no os desaniméis! Y pensad que tenéis la alternativa de diseñar WebApps para vehicular contenidos en el iPad sin necesidad de pasar por el filtro de la App Store.