Una de las cuitas recurrentes del sufrido maquetador de libros electrónicos en formato EPUB y que —con buen criterio— emplea Adobe InDesign para ello, es el tema de la incrustación de fuentes desde este software.
Páginas web ricas en tipografía
Hasta ahora uno de los hándicaps más habituales que los diseñadores gráficos se encontraban a la hora de publicar contenidos en la web era el entorno pobre en fuentes tipográficas que era la web. Era común plantear un grafismo usando, por ejemplo, Photoshop® afinando al máximo el look & feel para que posteriormente el experto en maquetación HTML nos devolviera a la cruda realidad espetándonos un árido «con esta fuente no puede ser, cámbialo todo a Arial…» o similares.
El motivo de esta barrera gráfica a la hora de presentar unos textos en la web con un aspecto adecuado estriba en que las páginas HTML en un inicio empleaban familias de fuentes tipográficas ubicadas en el ordenador del navegador del cliente, que podía ser cualquier cosa. Así, un párrafo en una página HTML venía marcado con un estilo que incluía dicha familia de fuentes, a saber:
Este fragmento de código HTML venía a decir que el texto a continuación se intentaba representar en fuente Arial. Si ésta no estaba disponible en el Sistema del cliente, el navegador pasaba a intentarlo con la Helvetica (más típica en Mac) y por último, empleaba el código especial «sans-serif» para utilizar la tipografía de palo seco por defecto de dicho Sistema.
Este método garantizaba una representación más o menos homogénea del texto en HTML, independientemente de la plataforma utilizada para representarlo. Pero aún así el abanico de tipografías disponible era muy escaso, y obligaba a menudo a optar por alguna de estas «soluciones»:
- Resignarse a emplear una familia tipográfica ajena al grafismo proyectado en un principio
- Sustituir los textos por imágenes GIF, creadas con un programa de diseño gráfico, con tal de respetar el grafismo
- Sustituir el texto HTML por texto en formato Flash (SWF)