Veo Veo, una app para el iPad a partir de un cuento ilustrado

Varios son los caminos que nos pueden llevar a la publicación de contenidos digitales: libros en formato EPUB3, apps para móviles, Web-Apps, etc.

En este artículo vamos a comentar un caso de estudio: la app para iPad «Veo Veo», realizada a partir de un cuento del ilustrador de Barcelona David Maynar.

Este cuento ilustrado ya estaba editado y publicado en papel, y el encargo que nos llegó de parte del autor era convertirlo en una experiencia interactiva para el iPad respetando al máximo la esencia del libro. Además, se quería que éste estuviera a la vez en tres idiomas: español, catalán e inglés.

El material de partida eran por supuesto los textos e ilustraciones del libro original, junto con una serie de locuciones y efectos de sonido grabados en un estudio profesional. 

La solución tecnológica que se adoptó para llevar a cabo este proyecto fue la misma que enseñamos en nuestros cursos online «Aprende a crear tu propia app a partir de un cuento ilustrado«, y fue la de realizar una app basada en HTML5 utilizando la tecnología Phonegap.


El primer paso fue adaptar la diposición de las ilustraciones para el tamaño de la pantalla del iPad, que tiene una proporción 4:3 y un tamaño base de 1024 x 768 px. El siguiente fue optimizar las imágenes de modo que tuvieran la resolución suficiente para que se vieran bien en una pantalla Retina a la par que se economizaba el tamaño de los archivos. Una imagen PNG de 24 bits puede llegar a «pesar» más del doble de su correspondiente a su versión de 8 bits.

Cada una de las páginas interactivas del libro fue construida con Adobe Edge Animate, una herramienta que permite crear animaciones interactivas en formato HTML5 de una forma sencilla y abierta a la inserción de código Javascript libre.

De este modo, el produto final, además de ser una app para iOS, potencialmente también puede publicarse en web o para Android. Para ello, empleamos la tecnología Adobe Phonegap Build (PGB), que permite transformar en pocos minutos los contenidos HTML5 creados con Edge Animate en una app para ambos sistemas a la vez.



El resultado es un divertido cuento ilustrado para niños, que explora los colores y las sensaciones que uno vive cuando sale a pasear por el parque. Un ejemplo de cómo transitar del papel a la pantalla digital sin necesidad de hacer grandes inversiones, al alcance de todos.

Si quieres conocer al autor de esta app, estará presentándola el lunes 2 de Marzo de 2015 en el encuentro Adobe Mobile Barcelona, que tendrá lugar en Barcelona en el contexto del Mobile World Congress:




¡Aprende a crear tu propia App de un cuento ilustrado!

Desde hace un tiempo las aplicaciones para tablets que adaptan cuentos ilustrados están haciendo furor en los diferentes mercados de «apps» como la AppStore para iPad/iPhone o el Google Play para Android.

En nuestro país tenemos numerosos casos de éxito, en el que ilustradores profesionales han dado salida a su creatividad sacando a la luz apps multimedia que han tenido una gran acogida, como pueden ser el caso de Xavi Ramiro y su app «Monsters Band» (recientemente galardonada en los premios Junceda), o el original cuento infantil «Suri and me» de Mercè Godàs.


Demostración de la app ilustrada «Monsters Band» de Xavi Ramiro

Cuento ilustrado «Suri and me» de Mercè Godàs


La historia de los cuentos ilustrados interactivos es larga: hace décadas en la era de los PC de sobremesa ya existían los «Living Books» en formato CD-ROM (¿cuántos os acordáis de ellos?). En el área de los tablets, la historia nació al mismo tiempo que nació el iPad, con la célebre app de Alicia en el país de las maravillas, que «maravilló» al público con su forma de interactuar.

Aspecto de un «Living Book» en CD-ROM de inicios de la década de los 90
Demostración de la app «Alice» para el iPad (2010)

Esta última app fue el fruto de una excelente colaboración entre un ilustrador y un programador. De hecho, muchos casos de éxito se basan en esa misma sinergia. SIn embargo no es nada sencillo y en general no es lo más económico.

La buena noticia es que actualmente la tecnología permite que los ilustradores y diseñadores gráficos puedan ser —si gustan— totalmente autónomos a la hora de crear sus propias apps de Cuentos Ilustrados. Utilizando herramientas visuales y familiares, que a menudo son las que ya emplean a diario para sus trabajos en papel. De este modo, es más fácil controlar los costes y los tiempos del desarrollo de una aplicación que a menudo es un proyecto personal, y por lo tanto, arriesgado.

En Publicar en Digital, con el apoyo de diferentes entidades y organismos, estamos ofreciendo un curso único, un taller especializado en creación de apps de cuentos ilustrados pensando en este perfil: diseñadores e ilustradores que no desean romperse la cabeza programando en lenguajes complejos, y que deseen ser autónomos en la realización de su proyecto. 

Alumnas de pasadas ediciones aprendiendo a hacer su propia
app a partir de su cuento ilustrado


Utilizando como herramientas el poderoso tridente Adobe formado por Photoshop, Edge Animate y Dreamweaver, enseñamos cómo partir de unas ilustraciones en papel y acabarles dando vida e interactividad para finalmente convertirlas cómodamente en una App para iOS (iPad , iPhone), Android o incluso para Windows 8. Todo casi sin programar nada de nada…

La fórmula de éxito que usamos en este taller


El temario resumido de este Taller sería el siguiente:

  • Preparación de gráficos con Adobe Photoshop
  • Animaciones HTML5 con Adobe Edge Animate
  • Interactividad avanzada (arrastrar, deslizar, tocar, etc.)
  • Exportación a animación empaquetada
  • Integración en Dreamweaver
  • Creación de la app con Phonegap Build (Dreamweaver)
  • Cómo se publica una app en los mercados
  • Cómo se puede distribuir una app libremente
Las convocatorias vigentes ahora mismo son las siguientes (¡date prisa, son pronto!)

¿Cuándo?

Inicio el 6 de Julio de 2015, desde nuestro CAMPUS ONLINE

¿Cuánto?  95€

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¡Os esperamos, es una oportunidad única!


El futuro: ¿Apps o Web Apps?

Durante los últimos 2-3 años hemos vivido una especie de ‘fiebre’ de las apps para móviles. Desarrollar una app, de lo que fuera, parecía –y todavía parece– como un elemento obligatorio para el correcto desarrollo del branding de una empresa u organización.

Cuando la tienda de aplicaciones de Apple, la AppStore, inició su andadura hace unos pocos años, el negocio de vender aplicaciones de todo tipo a precios ‘populares’ y en un mercado global se antojaba como un negocio suculento. En sus inicios la AppStore se empezó a llenar tímidamente de todo tipo de apps sin demasiado criterio: por un lado aparecían auténticas obras de arte de la programación en forma de sofisticados juegos o utilidades de ofimática, mientras que por otro lado no eran menos los oportunistas que convertían una pequeña colección de imágenes JPEG reunidas a última hora en una supuesta guía turística por cuatro dólares (o euros), aprovechándose de la permisividad de Apple, en aquella época interesada en inflar el número de aplicaciones disponibles en su tienda.

Con el furor de los últimos dos años, todo el mundo se ha subido al carro de las apps, no solamente para AppStore si no también para Android, es decir para el Play Market. Esta fiebre ha producido algunas consecuencias curiosas que me gustaría destacar, a saber:

1) Sacar al mercado apps demasiado específicas: si bien hay apps para utilidades cívicas o sociales de lo más práctico (como la que permite renovar una zona de estacionamiento de pago sin tener que acudir al coche a una máquina en la calle), también es cierto que a menudo, con tal de aparentar modernidad algunas organizaciones sacan a la luz ‘con bombo y platillo’ apps tan específicas que bien podrían ser meros apartados de una app más genérica, como por ejemplo ésta que permite localizar las fuentes más cercanas. Seamos prácticos: es mucho más simple y deseable tener todos los puntos de interés (¡fuentes incluidas!) dentro de una única app de geolocalización urbana como Foursquare o el mismo Google Maps que tener nuestra pantalla de inicio atestada de apps diversas, una para localizar cada uno de ellos ¿no?

2) Devaluación de las apps por saturación: se estima que en Julio de 2009 había unas 65 000 aplicaciones en AppStore. En Noviembre de 2013 se estima que esta cifra ha superado el millón, cantidad similar a la que maneja la Play Store de Google (si bien con una calidad dispar). Es decir, el mercado está saturado y esto ha provocado que, entre otras cosas, siempre haya una app gratuita que compita con su equivalente de pago, aunque ésta última sea mejor.

Número de apps en el mercado de Android (Play Market) hasta Diciembre de 2013. (Fuente: Appbrain)


 La consecuencia directa es que el modelo de negocio basado en la venta de apps de pago –que se las prometía muy felices– está muerto, como sugieren las últimas estadísticas. En su lugar se está imponiendo un modelo llamado Freemium, consistente en el acceso gratuito a las apps y su posterior monetización mediante la compra por separada de complementos (las llamadas in-app purchases) o bien mediante publicidad adaptada dentro de la app.

3) Descenso de la visibilidad de la app en la tienda: al principio de la ‘fiebre del oro’ de las apps, no eran pocos los que confiaban en que bastaba con subir una aplicación a AppStore para que, por un mágico mecanismo de percolación ascendiera hasta el Top 10 o Top 50 de las más populares. Hoy en día, aun con un buen planteamiento de marketing por redes sociales, no es tarea fácil conseguir una tasa de descargas que garantice que nuestra app aparezca ni tan siquiera en el Top 100.

Teniendo en cuenta estos factores, y constatando que el consumo de información se hace cada vez más a través de dispositivos móviles (sobre todo smartphones) ¿qué futuro tienen las apps? ¿Es hora de pensar en lo que vendrá después? En ese caso ¿qué vendrá después?

Pues parece ser que será una vieja conocida, una superviviente veterana que parece que resiste a todas las modas: la Web. O la web evolucionada más bien. ¿En qué me baso para decir esto?

  • Exceptuando las aplicaciones más sofisticadas (videojuegos básicamente), ya son muchas las apps, sobre todo del tipo editorial o social, que están programadas en HTML5, el estándar multiplataforma de la web. Si una app no requiere de la máxima potencia de la CPU del dispositivo móvil, se puede evitar programar dos veces la misma app (con XCode y con Java) para iOS y Android si se desarrolla con tecnología HTML5.

  • Una web con diseño adaptable a pantallas móviles puede tener el mismo aspecto y funcionalidad que una app, y de paso librarse de las restricciones que supone depender de un mercado para su distribuciónEs decir, si planteamos nuestra app como una ‘Web App’, la experiencia de usuario será prácticamente la misma. Éste, en lugar de tener que descubrir nuestra app buscando en la AppStore o Play Market, entrará en una URL nuestra (a través de un código QR, por ejemplo) y podrá añadirla a la pantalla de inicio junto con el resto de apps. Con este método, al no tener que estar sujetos a ningún market, evitamos procesos de aprobación, gestión de certificados digitales, así como el problema de la actualización de las versiones. Con una webapp se puede conseguir que ésta se actualice sola y de forma silenciosa (sin que intervenga o interrumpa al usuario).

Por ejemplo, el otro día al intentar acceder a Facebook a través de su aplicación móvil en mi smartphone, ésta me obligaba a actualizarla antes de poder acceder. ¿Qué hice entonces? Pasar por alto este impedimento entrando a la versión móvil de la web de facebook, que supone una experiencia de usuario muy similar y ‘siempre está actualizada’. A partir de entonces he abandonado el acceso móvil mediante app y me he acostumbrado a tener siempre abierta una pestaña de m.facebook.com en mi navegador. ¡Es más usable!


o actualizas la app o nada…


  • Más que una app para cada utilidad específica, tiene más sentido desarrollar una web app con todos esos servicios centralizados en un interface simple y práctico

  • Desprendernos de la dependencia de los mercados hace que las webapps no se puedan monetizar directamente puesto que no existe ya ninguna barrera de pago para acceder a ellas. Pero, según lo visto anteriormente, éste ya no es el modelo de negocio que funciona de todos modos.


Algunos grandes medios de prensa como Financial Times vieron hace ya tiempo esto y se pasaron de forma decidida al formato de la WebApp como forma más sencilla de publicar sus contenidos digitalmente para tablets y basándolo en un negocio de suscripción donde no tengan forzosamente que entregar el 30% o 40% de sus beneficios a terceras partes (Apple o Google).

Aspecto de la web app del Financial Times en un tablet


Si tú también lo ves claro y te interesa aprender a desarrollar tus propias WebApps, puedes inscribirte a nuestro taller online de diseño de Web Apps para iOS / Android con HTML5 y Dreamweaver. 



¡Te esperamos!

El formato PDF: algunos Mitos y Realidades

A pesar de que el formato PDF ya lleva un tiempo con nosotros (más de 20) y es por lo tanto un viejo conocido en el mundo del diseño y la preimpresión, existe todavía bastante desconocimiento sobre sus posibilidades, sobre todo ahora en la nueva era digital donde parece ser que todo ha de ser HTML (o EPUB) o no será.

Es por eso que, a pesar de no ser la primera vez ni mucho menos que abordo este tema en este blog, me dispongo a relatar un breve listado de mitos y realidades sobre el PDF en la era digital:


    • El PDF sólo sirve para imprimir, no es un formato viable de e-book: Falso. La principal razón por la que el formato EPUB está superando al PDF como formato hegemónico de comercialización de libros electrónicos es el espaldarazo de algunos fabricantes clave, como por ejemplo Apple, al formato EPUB en detrimento del PDF. Un documento PDF se puede leer perfectamente tanto en e-readers como en tablets y smartphones, tanto en modo de maquetación fija como en modo reflujo, dispone de hipervínculos, tabla de contenidos, etc. y todo lo necesario para que pueda ser una opción perfectamente válida para distribuir e-books.


      • El PDF no se adapta para la lectura en pantallas pequeñas. Falso. Recuerdo que hace diez años (antes de la era de los tablets y smartphones) yo ya leía archivos PDFs en mi pequeño PocketPC usando la app Adobe Reader (sí, la de Adobe) y ahí podía elegir si veía mis archivos en modo maquetación fija o reflujo con una sencilla opción de menú. Estamos hablando de pantallitas de 3.5 pulgadas a una resolución de 320×240 pixels !!

        Muestra de un PDF en modo reflujo en Adobe Reader para PocketPC (año 2002)

        La opción de poder visualizar un PDF en modo reflujo es muy antigua, pero quizás desconcida. Si dispones de Adobe Reader (desde versiones ‘inmemoriales’) tanto para Mac como para Windows, tendrás disponible una opción de Vista en Reflujo. Ello te permitirá hacer la ventana de Adobe Reader Desktop tan estrecha como quieras, que adaptará los contenidos refluyendo el texto, pero respetando las fuentes incrustadas y, por supuesto, las imágenes en su posición original.

        Esta posibilidad es una funcionalidad de Adobe Reader y no del PDF, a no ser que el archivo PDF sea una mera imagen fruto de un escaneado donde no se ha querido hacer la labor de reconocimiento de texto por OCR (opción incluida en Adobe Acrobat y que tarda segundos en hacer).

        La opción de vista en reflujo está en Adobe Reader (Mac/Win) desde hace años.

        Cualquier archivo PDF se puede convertir en un documento accesible según los estándares ISO vigentes usando solamente Adobe Acrobat. De este modo, la documentación digital en PDF estará certificada para ser leída en voz alta con software especial para personas invidentes, además de conservar un orden de lectura adecuado para cuando los contenidos refluyan en una pantalla pequeña (e-reader, smartphone, etc.). Por ejemplo con Adobe Reader para Android es posible hacerlo de manera muy sencilla.

        Captura de pantalla de Adobe Reader para Android en un Smartphone, indicando la opción que permite conmutar de la vista de maquetación fija a la vista en reflujo


        La única excepción son los dispositivos móviles iOS (iPad, iPhone, iPod Touch). ¿Por qué? Cuando Apple desarrolló su sistema operativo para móviles, decidió no sacarle el máximo partido a los PDFs y tratarlos como meros gráficos vectoriales, relegándolo entonces para usos marginales al impedir o dificultar en extremo la posibilidad de que los desarrolladores de iOS pudieran crear apps que permitieran extraer los contenidos accesibles de un PDF y mostrarlos en modo reflujo. El motivo último por el cual Apple optó por esa vía no lo sabremos del todo, pero se pueden intuir…

        • No se puede extraer información de un PDF: Casi Falso. Cuando se ideó el PDF todavía era mucho antes de nuestra era actual y su fiebre del Big Data. Ahora se desea acceder, extraer y manipular fácilmente los datos que se hacen públicos. Cuando el formato elegido para ello es el PDF, se critica que es algo inaccesible, donde es difícil de sacar información purificada.
          Ciertamente no hay —que yo sepa— ninguna herramienta que permita extraer fácil y alegremente datos de párrafos o tablas dentro de un PDF. En el caso de páginas web HTML sucede algo similar. A penas ahora empiezan a ver la luz herramientas prácticas como Scraper para el navegador Google Chrome que permiten hacer este tipo de prácticas empleando tecnologías como XPath. Hasta entonces, era casi igual de complicado extraer información pública a no ser que el organismo que la ofrecía se molestara en permitir su descarga en formatos planos como el .CSV, .TAB o .XLS (Excel). Un documento PDF se puede etiquetar para hacerlo accesible en cuestión de segundos y exportarlo en una variedad de formatos, incluyendo la hoja de cálculo Excel también. 


          • El formato PDF no es óptimo para el almacenamiento a largo plazo: Falso. Precisamente una de las variantes del PDF, el estándar ISO PDF/A es el que están usando muchas bibliotecas públicas de entidad para construir un archivo definitivo de su fondo bibliográfico.
            Este formato permite guardar diseño y contenidos abiertamente en un solo documento unificado, y tiene el respaldo de ser un estándar ISO, con todo lo que ello conlleva a efectos de fiabilidad. Otros estándares de documentación electrónica más en boga hoy en día, como el EPUB, no pueden decir lo mismo y todavía adolecen de ser formatos demasiado veleidosos y sujetos a cambios e indecisiones constantes por parte de los encargados de su promoción y mantenimiento.  


          Muchos expertos en documentación digital afirman con buen criterio que el candidato óptimo para ser el formato de almacenamiento digital a largo plazo debería ser el XML. Y así es, pero hay que tener en cuenta que PDF también es compatible no solamente con XML si no que algunas versiones del mismo PDF ya se almacenan directamente siguiendo este formato. 

          Cabe recordar que, por ejemplo Google, tanto en su iniciativa Google Books de archivo masivo del fondo bibliográfico histórico mundial como con su tienda de e-books Play Books emplea como base el formato PDF para poder guardar tanto la información accesible (y por lo tanto, refluible) de esos libros como su aspecto gráfico original.

          Con esto no quiero decir que con el PDF todo sean bondades. Existen todavía muchos hándicaps a superar en el mundo digital sobre todo y donde no parece que este formato esté haciendo los deberes a la velocidad que debería, pero eso ya será en todo caso motivo de otro post en el futuro 😉

          Curso online: cómo hacer Web Apps para iOS o Android

          ¿Sabías? No es obligatorio pasar por la tienda de apps, la AppStore para poder publicar tu aplicación para iPhone o iPad, con todo lo que ello implica (esperas, certificados de desarrollador, restricciones, actualizaciones manuales…).

          A menudo necesitamos mucha mayor agilidad a la hora de publicar contenidos, sobre todo si no van a estar a la venta como tal (como app) si no que queremos que todos los usuarios puedan acceder a ellos de forma cómoda, rápida, siempre actualizada al minuto y de forma gratuita, como puede ser el caso de catálogos, pequeñas utilidades, incluso revistas o libros!

          En este curso te enseñaremos como reciclar un contenido HTML existente (puede ser tu web, blog, o una sencilla aplicación interactiva en HTML5) que tengas de tal modo que pueda presentarse en las pantallas de los iPhones e iPads como si fuera una App de pleno derecho: pantalla completa, iconos personalizados, pantalla de bienvenida, etc. etc.

          He aquí una muestra de casos reales de editores que han optado por esta manera de publicar sus contenidos, como complemento a sus páginas web o Apps existentes:


          En esta clase de 4 horas de duración, trataremos los siguientes puntos:
          • Cómo adaptar los contenidos a cualquier tamaño de pantalla (iPhone 4, 5 y los diversos iPads)
          • Cómo gestionar el «problema» de las diversas resoluciones de pantalla (pantallas Retina)
          • Qué código HTML hace falta modificar para que nuestras páginas web funcionen como apps
          • Cómo diseñar los iconos personalizados y pantallas de bienvenida
          • Introducción a la interactividad en HTML5
          • Añadir vídeo y audio con HTML5
          • Plantillas de aplicación con jQuery Mobile
          • Introducción al almacenamiento local de datos

          ¿Qué necesitas para seguir este curso? Un navegador actualizado y una conexión a internet.

          ¿Hacen falta conocimientos previos? Se recomienda tener nociones, aunque sea muy elementales, de lenguaje HTML o de diseño web en general

          ¿Dónde se realizará el curso? este curso es online, así que puedes realizarlo cómodamente desde tu casa o tu oficina. 

          ¿Cuándo?  15, 16 y 17 de Enero , en horario de 09:00 a 10:30 h

          ¿Cuánto? 59€ (IVA incluido)
            ¿Cómo? 

            Puedes reservar tu plaza ahora mismo abonando el importe con tu tarjeta de crédito y el botón adjunto de Paypal:

            Observaciones

            También, puedes rellenar el siguiente formulario de contacto para pre-inscribirte. Nos pondremos en contacto contigo para formalizar tu inscripción. También puedes reservar tu plaza llamándonos al 93 323 94 35, al 606 13 14 84 o por e-mail a formacion@publicarendigital.com

            Adobe® Reader para iPhone y iPad

            Recientemente ha salido a la AppStore una aplicación muy esperada: Adobe Reader, tanto para iPad como para iPhone/iPod Touch, y enseguida se ha colocado en el número uno de descargas gratuitas de «apps».

            Semejante evento merecía que nos metiéramos a analizarlo en profundidad ya que, hasta la fecha de hoy, para leer y gestionar PDF existía una aplicación hegemónica, GoodReader que a falta de una aplicación «oficial» de Adobe, hacía las veces de estándar para PDFs en el iPhone y en el iPad, ya que iBooks no estaba demasiado por la labor de interpretar archivos PDF más allá de una «mera imagen».


            Pues bien, tras descargar e instalar Adobe Reader para iPad, y posteriormente trastear con esta nueva app empleando un sencillo PDF al uso, he de decir que la primera impresión es fracamente decepcionante.

            Quizá al tratarse de la aplicación oficial de Adobe uno espera todo lo mejor, pero Adobe Reader para iPad es, a día de hoy, una aplicación muy poco competitiva y por supuesto a años luz de GoodReader que en mi opinión sigue siendo tranquilamente el estándar para leer y gestionar PDFs en el iPad.

            Para empezar, la velocidad de representación de textos y gráficos es muy lenta. Al aumentar el PDF de la figura anterior (básicamente texto) con los dedos, tarda un segundo en acabar de «enfocarlo» pero al querer también con un gesto de los dedos volver a la vista anterior, ya tarda más de dos segundos (siempre con respecto al mismo PDF en el mismo iPad y usando GoodReader como referencia). 

            Luego, sorprende la ausencia de herramientas y utilidades. Por emplear un eufemismo, digamos que Adobe Reader para iPad es demasiado Zen. Esto no tiene porqué ser un hándicap, pero analicemos punto a punto qué no hace Adobe Reader que puede hacer GoodReader:

            • No se pueden añadir subrayados, anotaciones y comentarios 
            • No sincroniza archivos localmente por WiFi, o con la Nube. Hay que abrirlos desde un correo o similar.
            • No hace una gestión completa de los archivos (organizar carpetas, cambiar nombres, etc.)
            • Los enlaces más básicos (entre páginas o a URLs) del PDF no funcionan
            Y esto en una visita rápida a la aplicación. Además, Adobe Reader para iPad no hace lo que sí hace (y bastante bien por cierto) su homónimo para Android, algo fundamental: Reorganizar el contenido (reflujo de texto e imágenes). Esto es algo que no he podido verificar de momento para el Adobe Reader de iPhone/iPod Touch debido a que es preciso disponer del iOS 4.2.5 o superior. 

            En resumen, parece ser que lo más ventajoso de Adobe Reader para iOS es que:

            1) Está en español

            y

            2) Es gratis (comparado con el ridículo precio de 0,79€ ($0,99) de GoodReader)

            Pero esto es sólo una opinión personal, una crítica. De alguien que gestiona y lee multitud de PDFs en su iPad desde hace mucho tiempo, eso sí. De todos modos, juzgad vosotros mismos descargando Adobe Reader si tenéis oportunidad. ¡Estaría muy bien leer aquí abajo vuestros comentarios!