Nuevos formatos de publicación digital. (parte 1: publicar en redes sociales)

El mundo de la edición y publicación en formatos digitales ha pasado por diversos estadios de evolución. 

Al inicio, se trataba de vender ficheros (PDF, EPUB) con contenidos muy elementales (texto, algún gráfico) y que eran una copia más o menos fidedigna de un producto que siempre existía antes en papel, en forma de libro o prensa. Estos archivos se vendían protegidos con DRM a través de algún portal web como Amazon o La Casa del Libro, se compraban y descargaban desde un ordenador, que se encargaba luego de transferirlo al dispositivo portátil lector; típicamente un e-reader de tinta electrónica, pero también, y cada vez más, smartphones y tablets.

Este modelo de negocio sigue vigente, aunque quizás de una forma más agónica de lo que sería deseable. Mientras tanto, se fueron desarrollando más modalidades de producir, distribuir y consumir contenidos en formato digital. 

Con el advenimiento de los poderosos tablets, la industria editorial, sobre todo la prensa, se aventuró en una serie de iniciativas que buscaban evolucionar hacia un nuevo producto 100% digital, con contenidos interactivos muy atractivos y un negocio basado en la suscripción y en las “apps”.

Una vez más, a pesar de que la combinación tecnológica era bastante adecuada, la lógica del mercado hizo naufragar casi todas estas iniciativas por ser poco rentables. El público empezó a emplear sus dispositivos móviles (smartphones y tablets) para navegar por la web y sobre todo y de forma paulatina, para pasar el tiempo interactuando con las principales redes sociales.

Los productos digitales inspirados en el pasado analógico, o sea, en una lectura pausada y sobre todo concentrada en un contenido exclusivo, perdían progresivamente adeptos.

A día de hoy, podemos decir que el mercado de edición, producción e impresión digital de contenidos ha quedado sintetizado en el siguiente reparto cualitativo:

  • Los e-books: libros electrónicos que siguen siendo mayoritariamente de narrativa (novelas, ensayos) que explotan muy poco las capacidades tecnológicas posibles, y cuyo mercado mayoritario sigue siendo Amazon gracias al boom de la autoedición. Amazon ofrece una plataforma algo espartana pero muy eficiente para quien desea, simplemente, publicar su manuscrito y poca cosa más. Las editoriales han acabado delegando las ventas de sus ebooks en formato EPUB a tres o cuatro grandes distribuidoras (la propia Amazon, Apple, Google o, al menos en España, La Casa del Libro o El Corte Inglés). Los e-books en formatos más avanzados y atractivos como el EPUB3 siguen, de momento, siendo un producto marginal o directamente desconocido.

  • La web: la gran superviviente y la gran triunfadora por resistencia de todo el universo de los contenidos digitales, es hoy la piedra angular que sostiene los pocos periódicos en papel que todavía se siguen editando e imprimiendo (bajo pérdidas), y que una vez más –y esta vez parece que será la definitiva– han apostado por las suscripciones y los “muros de pago” o paywalls para poder ser viables sin depender tanto de una publicidad que cada día se muestra menos efectiva.

  • Las “apps”: en su día fueron una pequeña revolución, sobre todo dentro del área de los cuentos infantiles. Una revolución que se topó con los palos en las ruedas que representaban las complejidades tecnológicas asociadas (costes elevados de producción, necesidad de actualizar las apps por requisitos técnicos, cuando el contenido era el mismo, etc.) Hoy en día las apps son sinónimo de videojuegos o aplicaciones específicas para el ocio y el entrenimiento, o para la fotografía y el dibujo. Ya no es el territorio favorito de las editoriales como podría serlo hace siete u ocho años.

  • Las redes sociales: son sin duda las que tienen la hegemonía en esta época. Es donde la mayoría de los usuarios que están mirando una pantalla pasan la mayor parte del tiempo. Son contenidos de libre acceso, adictivos y muy interactivos. Por eso, evolucionan muy rápidamente desde el punto de vista tecnológico. Este fenómeno ha dado pie al surgimiento de un cierto mercado de consumo de contenidos dentro de estas redes, desde el comercio hasta la literatura.

¿Qué podemos hacer, a día de hoy, para plantear una estrategia exitosa de publicación de contenidos editoriales en formato digital? ¿Qué formatos serían los más atractivos y con mayor alcance? ¿Qué funcionalidades ofrecen, y qué hándicaps llevan consigo?

Para tratar de contestar a estas preguntas, a lo largo de una serie de artículos (de los cuales éste es la primera parte) haremos un breve repaso a cuatro posibles flujos y entornos de trabajo más novedosos, analizando caso por caso cómo se diseñan, editan y publican los contenidos de nuevo cuño, que serán en el fondo los productos de siempre (libros, prensa) dentro del paradigma actual:

Publicar libros y catálogos en Instagram (o Twitter)

Aunque pueda parecer una frivolidad, la edición y publicación literaria o comercial en esta red social (una de las más populares) puede servir para obtener la repercusión necesaria entre una audiencia de potenciales compradores y lectores de otros soportes, digitales o no. Por otro lado, Instagram es una escaparate excelente para nuestros productos y un trampolín imprescindible para nuestros sitios web.

En el caso de los libros, un autor o una editorial pueden emplear varias de las funcionalidades que lleva consigo la app de Instagram para difundir sus obras o crear productos colaterales y animen a la comunidad de posibles lectores. Un ejemplo lo podríamos encontrar en las célebres Stories.  Inspiradas en su día en los efímeros vídeos cortos de Snapchat, las stories son colecciones de fotografías o pequeños clips de vídeo que se pueden adornar con texto sobreimpreso, “stickers”, animaciones en formato GIF y toda una gama de widgets interactivos elementales. 


Combinando dichos ingredientes de forma hábil, es posible conseguir experiencias literarias altamente interesantes para los lectores. Éstos pueden enriquecer su experiencia cotidiana (más o menos prosaica) de revisar las stories de su red de contactos con fragmentos de obras, microrrelatos, poesía, etc (en el caso de obras literarias) o pequeños catálogos o revistas.

Este formato, aparentemente ligero, permite conocer con precisión no sólo cuántos usuarios nos leen, sino quiénes son; así como hacer un seguimiento pormenorizado del engagement de dichos usuarios, y añadir fácilmente elementos interactivos para conocer su opinión, valoración o reacción a nuestro contenido.

He aquí un breve y sencillo ejemplo: Hace unas semanas, una nueva revista literaria me pidió que escribiera algo (un cuento, un poema…) para su edición semanal. En lugar de simplemente adjuntarles un manuscrito borrador, típicamente escrito en Word o similar; maqueté un microrrelato usando Adobe InDesign. Un pequeño cuento con su cubierta y sus páginas ajustadas para el tamaño específico que requiere Instagram Stories (Full HD, 1080×1920 px, vertical), donde un texto con la tipografía libremente escogida fluye por marcos de texto a lo largo de unas ocho páginas. Nada en absoluto complicado para cualquier usuario de esta aplicación, aunque no sea experimentado. 

Al final, desde InDesign es un proceso absolutamente fácil e inmediato exportar el archivo en los tres formatos que me interesaban: un PDF, un RTF sólo con el texto y una serie de imágenes en formato PNG o JPEG. Éstas últimas son las que empleo para, a través de la app de Instagram, crear una nueva Historia a partir de ellas, como si fueran una serie ordenada de fotografías. Como colofón, es posible añadir una “pantalla” o página más a esta historia donde podemos interactuar con los lectores preguntándoles, por ejemplo, su grado de satisfacción con el relato. 


El microrrelato maquetado en InDesign (arriba) y el resultado final
 en forma de «story» de Instagram (abajo)



Aunque inicialmente estas historias sólo tienen una vigencia online de 24 horas, es posible archivarlas definitivamente en nuestro perfil a modo de Historias Destacadas, de modo que se pueden acumular como una suerte de catálogo consultable. Eso sí, sin poder reeditar las interacciones en su interior. 

En la siguiente imagen se puede comprobar la progresión de las lecturas de cada una de las páginas de este microrrelato, junto con el resultado de sus valoraciones. Una práctica herramienta de márketing y exploración para las editoriales o los autores.




Este formato, sin ser demasiado sofisticado (no se pueden hacer búsquedas ni organizar librerías completas) permite disponer de una presencia y visibilidad online idóneas, en un escenario donde la gran mayoría de usuarios ya emplea su tiempo ante la pantalla consultando ésta u otras redes sociales, y mucho menos en entrar a propósito en sitios web a “explorar”.

Además, Instagram tiene más funcionalidades de las que aparentemente pudiera parecer. Con una cuenta tipo “business” (es un trámite trivial) es posible añadir enlaces a páginas web concretas. En el ejemplo explicado, se podría redirigir al lector, todavía “en caliente” a la URL donde puede adquirir el e-book o libro físico con todos los relatos del autor. Además, se pueden intercalar las páginas de lectura, que son simples imágenes, con pequeños clips de vídeo para implementar una narrativa transmedial. También es posible añadir animaciones en formato GIF que hayan sido creadas al uso por nosotros. 

En el caso de publicaciones comerciales, se puede añadir una pestaña de Tienda donde colocar fichas de productos, junto con su precio y un botón de compra directa. 

Obviamente, Instagram difícilmente puede considerarse como una plataforma de publicación y lectura por si sola, pero sí puede convertirse en una óptima herramienta de difusión de nuestros productos editoriales así como de adquisición de conocimiento por parte de clientes potenciales o consolidados. 

Una alternativa a la red social de Instagram podría ser otra tan popular como es Twitter. Esta red es conocida por haber inventado (no ella en sí, sus usuarios) una suerte de nuevo “género literario”: los llamados Hilos.

Debido a la brevedad de las publicaciones en Twitter (a penas 280 caracteres de texto acompañados opcionalmente de algún pequeño vídeo o imagen), esta plataforma de microblogging es óptima para la transmisión en directo de noticias pero no tanto para la publicación de contenidos editoriales consistentes. Es por eso que, respondiendo al uso creativo que muchos usuarios hacían de ella, hilvanando tweets correlativamente para contar una historia, se procedió a modificar su interface de usuario para permitir escribir varios mensajes enlazados secuencialmente de una sola vez. Es decir, un “hilo”. 

Este sencillo cambio en la funcionalidad permitió convertir Twitter en una plataforma de publicación para escritores y periodistas, que empezaron a abandonar el vetusto concepto de Blog para empezar a escribir usando esta novedosa modalidad.


Los hilos son una forma muy versátil de publicar contenidos. A pesar de que se entienden como una lectura completa e independiente (una historia o un artículo con un inicio y un fin), lo cierto es que es un producto totalmente abierto. Uno puede empezar a redactar un hilo publicando varios tweets en una primera serie, a la vez, y proseguir al cabo de unas horas, días o incluso semanas.

Ando de vacaciones desde hace un par de días, en un hotel cerca de la playa. Iba todo bien hasta que han comenzado a suceder cosas raras. pic.twitter.com/6gd7Rqs6bL

— Manuel Bartual (@ManuelBartual) August 21, 2017

Ejemplo de un célebre hilo literario que fue un éxito en Twitter hace unos pocos años


Durante ese lapso de tiempo, otros usuarios pueden reaccionar, respondiendo al hilo o a un tweet específico de la serie, difundiéndolo o incluso incrustándolo en una publicación web. Además, es posible programar los tweets que alimentan un hilo progresivo, o añadir al final, o en cualquier punto, widgets interactivos similares a los que tiene Instagram como es el caso de encuestas. 

También al igual que sucede con Instagram, Twitter no es una plataforma integral per se para la publicación de contenidos digitales profesionales. Carece, por ejemplo, de algo tan crucial como un sistema de monetización propio de los mismos. Algo que sí tienen otras redes sociales como

Medium

Esta plataforma de contenidos, quizá menos conocida que las otras dos redes sociales, es la combinación equilibrada a medio camino entre dos productos: el blog y el tweet.

Ideada en principio como un gestor de contenidos para escritores, y con una filosofía más próxima a Twitter que a otra cosa, la idea de Medium era ofrecer un sistema realmente simple de publicación de artículos periodísticos bien curados, de lectura limpia y elegante, con pocas concesiones a la sofisticación barroca.
Los autores y editores que publican en Medium no pueden controlar en absoluto el diseño de sus artículos (cosa que sí es posible, con limitaciones, en un blog, o sin limitaciones en una web propia) en los que básicamente se puede añadir texto, imágenes, titulares, destacados, algunos elementos multimedia (como vídeos de Youtube) o incrustaciones genéricas de widgets HTML5 externos.

El punto novedoso de Medium estriba en su arquitectura flexible y modular. Cualquier autor o editor puede crear series de artículos –lo que sería el equivalente a los hilos de Twitter– además de publicaciones temáticas a partir de la agregación de diferentes artículos ya publicados por diversos autores. Los usuarios y lectores de Medium pueden suscribirse fácilmente a las actualizaciones de un autor específico, pero también pueden suscribirse a una de estas publicaciones o series.


Ejemplo de publicación en Medium, creada a partir de la
contribución de diversos autores, en forma de artículos



Pero el punto quizá más interesante de Medium es la posibilidad de monetizar los contenidos, mediante un sistema más similar a los paywall que tienen hoy en día la mayoría de cabeceras de prensa que a otros sistemas de monetización basados en publicidad, como el que pueda tener por ejemplo Youtube.

El objetivo de Medium es que sea una plataforma de lectura profesional, tanto para editores como para lectores. Los artículos pueden publicarse tanto en modo de libre acceso como de pago. El usuario registrado puede leer un número limitado de artículos de pago al mes, mientras que el suscriptor tiene acceso ilimitado.


Los autores y editores reciben un % de regalías en función de cuántos sucriptores leyeron artículos de pago. Esta combinación hace de Medium una plataforma factible para aquellas publicaciones pequeñas y medianas que no puedan permitirse implementar un paywall propio. Combinando contenidos de calidad gratuitos y de pago, este tipo de editores pueden tener acceso a la posibilidad de rentabilizar sus publicaciones online.

(próximamente: herramientas de transformación de maquetaciones de InDesign en contenido HTML5 interactivo)


¿Entonces esto solo vale para el iPad?

Con ocasión de la salida a la venta de mi curso video2brain «EPUB de maquetación fija«, estoy recibiendo bastante feedback por parte de usuarios que coinciden en preguntarme la misma cuestión: «Esto…¿sólo sirve para el iPad entonces?» que a veces se entremezcla con preguntas similares sobre el EPUB 3.

En esencia, existe en mi opinión un poco de confusión con respecto a este tema, así que —con vuestro permiso— quisiera aclarar algunos conceptos en este post.

A día de hoy, la mayor parte de los libros que están a la venta en la iBookStore de Apple están en formato EPUB 2.0, es decir, el mismo tipo de archivo que podemos leer en cualquier e-reader de tinta electrónica. Este tipo de EPUBs se caracteriza porque el texto es ampliable, y los contenidos refluyen a lo largo de un número indeterminado de páginas. A cambio, están bastante limitados en cuanto a maquetación o prestaciones (éstas últimas recordemos que dependerán de la combinación dispositivo-app que empleemos). 

Es por eso que el IDPF, organismo encargado de fijar las especificaciones técnicas del estándar EPUB ha estado trabajando en una evolución del formato que ha venido en llamar EPUB 3, y que convivirá con el EPUB 2.0.

¿En qué consiste este formato EPUB 3? Básicamente en la extensión del formato EPUB para adaptarlo a las nuevas capacidades sobre todo de los tablets multimedia, añadiendo características como (entre otras):

  • Maquetación Fija o «Fixed Layout»: en lugar de que los contenidos fluyan por las páginas según el usuario cambie el tamaño del texto, éstos permanecen en unas posiciones fijas, tal y como sucede con las publicaciones en papel. Esto es óptimo para revistas, catálogos o cómics, donde el reflujo de texto hacía muy complicada la adaptación de este tipo de contenidos al formato EPUB.
  • Estandarización de nuevos formatos de imagen, como por ejemplo el fomato vectorial SVG.
  • Compatibilidad con nuevos estándares del W3C como el MathML para implementar fórmulas matemáticas.
  • Capacidades multimedia como añadir Audio y Vídeo incrustados en la maquetación.
  • Ejecución de Javascripts para añadir interactividad avanzada en los libros.
Pues bien, Apple, que figura como uno de los ponentes del nuevo estándar decidió libremente implementar una versión propia «tuneada» del EPUB3 para añadir esta nueva generación de libros electrónicos avanzados en el iPad, que llamó «Fixed Layout EPUB».

Estos archivos EPUB no son estrictamente EPUB 3 por lo que no pasarían una validación estricta contra este estándar, sin embargo son bastante similares en cuanto a prestaciones.

¿Qué sucede entonces? Este tipo especial de EPUBs solo son interpretables al 100% por la aplicación iBooks de iOS, y por lo tanto los libros de este tipo se han de vender exclusivamente en la iBookStore. De acuerdo, pero ¿qué pasa entonces con Android?

Los EPUBs de maquetación fija de la iBookStore no se pueden leer en un tablet Android. Pero claro, Android es un sistema operativo abierto y por lo tanto la lógica nos dicta que los tablets Android deberían leer EPUB 3 y ésa sería la competencia a los EPUB de maquetación fija de Apple. 

Pues bien, la situación a día de hoy es la siguiente: mientras que ya hace más de un año que se pueden vender y comprar EPUBs de maquetación fija en la iBookStore, en Android el tema está estancado. No existe ni un mercado ni siquiera una App compatible con libros en formato EPUB 3. La única competencia real a Apple la ejerce Amazon con su también privado formato multimedia KF8. En resumen, malos tiempos para los estándares abiertos en este flanco. 

Hace unos días Apple anunció la actualización de su app iBooks a la versión 3.0, donde se supone que se había culminado la compatibilidad con EPUB 3. Bien, he aquí el resultado de unas pruebas realizadas con iBooks 3.0 y archivos EPUB 3 descargados desde Google Code:

En el caso de EPUB 3 con maquetación fija, se han probado dos cómics y un libro ilustrado. En el caso del libro ilustrado obtenemos un resultado óptimo, donde aparece el interface de maquetación fija, los textos son textos y en encaje es perfecto, aunque con algunos fallos de codificación en algunos caracteres. Este libro no se voltea con el iPad (esto puede ser un ajuste bloqueado por el diseñador):

En el caso del primer cómic, los contenidos son perfectamente visibles en horizontal y en vertical, pero los contenidos son íntegramente JPEG (incluidos los textos):


 En el último caso, los contenidos del cómic también son JPEG pero no se encajan bien en el interface de iBooks, por lo que obtenemos el típico «librito microscópico» que es un error muy común entre los diseñadores principiantes de EPUBs de maquetación fija:



Luego se ha probado un EPUB 3 a dos columnas y que usa el elemento HTML5 Canvas para dibujar gráficos. Este archivo es interpretado por iBooks, pero usando el interface de libros EPUB 2.0 y con algunos desbarajustes:


Conclusión: iBooks 3.0 no es del todo fiable con archivos EPUB 3 estándar, si no que el entorno tiene un aspecto experimental. Además, nuevamente no existe la tienda donde comprar esos EPUB 3, y menos protegidos con DRM para que se puedan comprar y leer en un iPad. Así que por ahora,
 iPad = iBooks = iBookStore = EPUB ‘Fixed Layout’

Ahora pasemos a tablets Android. Aquí los tests se han realizado con un tablet equipado con Android 3.0 (‘Honeycomb’).

El panorama es algo desolador y desasistido, como suele ser habitual cuando uno aterriza en Android desde iOS. Para empezar, uno no sabe muy bien cómo localizar dentro de Google Play cuál sería la app para leer EPUB 3, aunque no fueran comprados en ninguna tienda. Tras indagar un poco en este erial, parece ser al app Kobo Reader soporta EPUB 3, así que transferí los mismos archivos de la prueba con iBooks 3 a esta app en mi tablet Android 3.0.

En el mejor de los casos, esto fue lo que obtuve como respuesta:


En resumen, efectivamente los EPUB de Maquetación Fija son solamente para iBooks (iPhone/iPad), pero eso no debería preocuparte como editor o creador de contenidos ya que:
  1. iPad es el líder destacado en el mercado de tablets (cuota mercado del 70% aprox.)
  2. No hay mercado para EPUB 3 todavía.
  3. No hay apps de Android para EPUB 3 todavía.
Así que amigo/a editor/a, no sientas desasosiego por el estado de las cosas a fecha de hoy 🙂



Taller de Adobe Digital Publishing Suite (DPS)

Dentro del universo de la publicación digital, uno de los cursos más atractivos para los profesionales provinientes del diseño gráfico es el de creación de revistas interactivas para tablets con Adobe Digital Publishing Suite (DPS).



Esta tecnología permite utilizar el software de maquetación por excelencia, Adobe InDesign, junto con unos plug-ins gratuitos y disponibles desde la web de Adobe, para libros, revistas, catálogos… que son auténticas experiencias interactivas táctiles tanto para iPad como para tablets o smartphones Android que posteriormente se pueden distribuir o comercializar a través de los diferentes «markets» (AppStore de Apple o Google Play / Amazon en el caso de Android).


 Ejemplo de App de tipo «quiosco» realizada con Adobe DPS correspondiente a una marca, donde el usuario puede descargar a voluntad la revista que desee.



En este taller de 7 horas de duración, se abordan los siguientes temas clave:

  • Creación de archivos Folio en la nube de Adobe
  • Maquetación adaptada a diferentes entornos, resoluciones y proporciones
  • Inserción de elementos multimedia (vídeos, audio)
  • Widgets interactivos (Pase de diapositivas, Contenido web, Textos con scroll…)
  • Publicación privada de Folios
  • Creación de Apps «Single Folio» o Quioscos.
En la actualidad muchas marcas de todos los tamaños ya están empleando esta tecnología de Adobe Digital Publishing Suite para publicar sus revistas, catálogos, anuarios, etc. a través de AppStore, Google Play (ex Android Market) o incluso el Quiosco de iPad (Newsstand) de manera gratuita o con diferentes precios a la venta. He aquí una galería de apps creadas con esta tecnología para que las puedas descargar y experimentar por tí mismo el tipo de producto que generan.

Adobe DPS provee de una interfaz gráfica sencilla para que el lector pueda hojear los contenidos de la revista multimedia

Lo mejor de DPS es que no requiere de conocimientos extra de programación ni nada similar. De modo que, a partir del día después de asistir a nuestro curso (solo son dos jornadas) ya podrás empezar a crear y compartir tus publicaciones digitales multimedia en tu tablet y en el de tus colegas profesionales.

Además, desde Publicar en Digital te facilitamos que te incorpores al grupo de usuarios oficial Adobe (AUG) de DPS, donde compartimos conocimientos a nivel más avanzado y te ponemos en contacto con editores, diseñadores y desarrolladores de publicaciones digitales de todo el ámbito de España.

Instantánea del curso de Adobe Digital Publishing realizado el pasado diciembre en Madrid.

No sólo eso… en Publicar En Digital estamos a la última en todo y no queremos que vengáis a tomar un curso de revistas electrónicas tomando apuntes en un Moleskine de papel 😉  así que con el precio del curso ¡te incluimos los apuntes en vídeo! ya que tendrás acceso al curso de Digital Publishing Suite en vídeo realizado por José Ramos para Video2Brain. Aquí puedes ver una muestra:


Las próximas fechas de este curso son:


17 y 24 de Mayo (mañanas) en Barcelona.
23 de Mayo (todo el día) en Madrid.


Más información en nuestra página de formación. , por teléfono al 93 323 94 35 o por e-mail en:



¡Te esperamos!




Optimiza tus PDF antes de leerlos en el iPad

Cada vez más y debido a la avalancha de información/infoxicación en forma de documentación electrónica, nos veremos obligados a optimizar su lectura, adaptándola a nuestros ‘ratos muertos’ (como por ejemplo, el trayecto del trabajo a casa). Eso implica una mayor portabilidad de la lectura en todo tipo de dispositivos. 


Por eso, creo que merece la pena aprender algunas técnicas de optimización de la lectura de PDFs en tablets. He aquí un breve video tutorial donde expongo lo que suelo hacer con mis documentos PDF de letra pequeña antes de cargarlos en el iPad. En el ejemplo se ha empleado Adobe Acrobat X y la app GoodReader. Espero que os resulte de utilidad…

¿Qué eReader / Tablet comprar?

Esta temporada de Navidad, Año nuevo y Reyes es propicia para la adquisición directa o indirecta de regalos tecnológicos. Si estás pensando en regalar o regalarte un e-reader o tablet, todavía no lo has comprado y estás sembrado de dudas… he aquí un breve resumen de mi opinión sobre lo que, a día de hoy, podemos encontrar en los principales almacenes de España.


En los úlitmos meses han aparecido en escena más modelos de e-readers con mayores prestaciones a precios más económicos, así como tablets Android por debajo de los 300€ que pueden ser una opción interesante. Pero ¡ojo! fijémonos bien en las características técnicas (que a menudo los vendedores no dominan del todo) si no queremos arrepentirnos de habernos ahorrado unos pocos billetes a cambio de perder interesantes prestaciones.


Para comenzar, y en el caso de los eReaders de tinta electrónica, tenemos que analizar las siguientes características:

  • Tamaño de la pantalla: hay eReaders buy pequeños y «bonitos» pero que equivalen a una hoja de papel bastante más pequeña que un A5. Aunque se puede aumentar el tamaño del texto, al final la lectura se hace pesada por lo que no es indicado para personas que gustan de leer durante ratos largos.
  • Color de la pantalla: últimamente es un aspecto mejorado, ya que empiezan a haber eReaders con un fondo de pantalla más blanco y contrastado, que proporciona una experiencia de lectura más confortable.
  • Formatos de archivo que interpretan: los tres formatos fundamentales de eBook, a día de hoy, y por orden de importancia, serían el EPUB, el PDF y el MOBI. Otros podrían ser TXT, RTF… pero son más rudimentarios y se usan para consultar documentos internos más que libros comerciales. Hay que buscar un eReader que sea lo más compatible posible.
  • Conectividad: si un eReader no ofrece conexión inalámbrica, es posible que para transferir archivos dependamos únicamente de un cablecito que se puede fácilmente perder, o que tengamos que depender de él directamente. Muchos eReaders disponen de conexión Wi-Fi sin que suponga un sobrecoste adicional, y permite entonces poder acceder directamente a la compra de libros sin tener que depender de «complicados» procesos de compra a través de un ordenador necesariamente.
  • Pantalla táctil: un eBook puede ofrecer una experiencia de lectura más cómoda si existen enlaces a las diferentes partes del libro. Un eReader donde podemos tocar directamente esos enlaces es mucho más cómodo que otro un poquito más barato pero que para interactuar con esos enlaces hay que seguir una incómoda combinación de teclas.
Otras características secundarias podrían ser la presencia de teclado o no, diccionario incorporado, etc.

Dicho esto, podemos optar por las siguientes opciones:

El Kindle de Amazon: ahora está de oferta desde 99€ y ya es posible comprar directamente libros Kindle en español desde amazon.es, con un fondo de más de 22.000 títulos a la venta, lo cual lo hace una opción interesante para el lector habitual que no le importe comprar sus eBooks en una sola tienda (Amazon) y que no busque preñar su eReader con archivos independientes de otros orígenes, ya que el Kindle no soporta el formato EPUB, por ejemplo.



El Sony Reader: es quizá el más completo. Aunque el tamaño de la pantalla no sea excesivamente grande, es muy portable, sobre todo si se adquiere la funda y es un lector bastante veloz en el paso de páginas. Tiene una resolución muy buena y una gama de tipografías amplia, y es compatible con muchos formatos de archivo, incluído el Word. Con este lector en principio no podrás comprar los eBooks de Amazon pero sí los de otras muchas tiendas como edibooks.com, edi.cat, leqtor.com, lulu.com etc etc. y al ser tan versátil lo recomendaría para aquellos lectores que quieran leer todo tipo de documentos más allá de las compras de literatura más convencionales.

El BQ Cervantes: Bq es una marca relativamente reciente en nuestro mercado, pero con mucha difusión. Su lector «Cervantes» creo que es una combinación óptima precio/calidad y dispone de una pantalla «perla» con una tonalidad muy blanca con respecto al resto de lectores cuya pantalla tiene un fondo más grisáceo. 

el eReader BQ Cervantes
El «Tagus» de La Casa del Libro: el eReader promovido desde La Casa del Libro, este eReader de tinta electrónica tiene alguna que otra peculiaridad como que lleva incorporado el diccionario de la lengua española del RAE y el último premio Planeta pre-cargado, además de ser táctil, disponer de conexión WiFi y tener un tamaño de pantalla intermedio.

el eReader «Tagus»



El lector de FNAC: la famosa cadena de productos para el ocio FNAC ofrece este año un lector de marca propia, con una interesante relación calidad-precio también, con WiFi y pantalla táctil, aunque quizá su punto flaco sea una pantalla demasiado pequeña para la lectura.

En cuanto a los Tablets a color, los puntos a tener en cuenta -en mi opinión- serían los siguientes:

  • Tamaño y peso: si queremos ir con ellos a todas partes, es un parámetro a tener en cuenta. El iPad de Apple no es demasiado pesado pero es dificil transportarlo en un bolsillo (ni siquiera de un abrigo), mientras que otros tablets de pantallas más pequeñas (7″ por ejemplo) son mucho más portables. Aunque ¡cuidado! una pantalla más pequeña puede querer decir mucha menor resolución. Podemos hacernos con un tablet de 7″ con una resolución de 1200×800 px cuando el tablet «de al lado» tiene una pantalla igual de grande pero funciona a 800×600 px, y solo por unos pocos euros de menos, y eso creo que es un mal negocio.
  • Sistema Operativo: actualmente la cosa está entre iOS (iPad de Apple), Android (Samsung, Sony, etc.) y Blackberry (Playbook). Aunque las prestaciones y aplicaciones que ofrecen pueden ser comparables, hay un detalle en cuanto a los contenidos que uno puede disfrutar que no se puede pasar por alto: los dispositivos de Apple, o sea el iPad, es incompatible con Flash Player, por lo que todas las páginas web que tengan esa tecnología y no hayan sido actualizadas, no las podremos disfrutar con un iPad y sí con ciertos tablets Android. Y ¡muy importante! en el caso de los tablets ANDROID hay que fijarse bien en el procesador que tienen y en el sistema operativo que soportan. Esto lo digo porque para poder diseñar o disfrutar de las revistas multimedia tipo «.folio» hechas con InDesign (un tema muuy en expansión), tenemos que asegurarnos que, como mínimo, nuestro tablet tenga un procesador compatible con ARM7 o superior y un sistema operativo Android 2.2 o superior (2.3, 3.0 ‘Honeycomb’, etc.)
Aquí puedes consultar el listado de Tablets Android compatibles con Adobe AIR y Adobe Flash Player

Dicho esto, podemos optar por las siguientes soluciones:

Apple iPad2: aunque se rumorea que en breve saldrá la versión 3 de este tablet, soy de la opinión de que uno debe ser esclavo de esas esperas en busca de nuevas versiones. Siempre se le puede sacar partido a cualquier dispositivo que nos compremos en cualquier fecha. El iPad se puede conseguir a partir de unos 474€

Comparación de tamaño entre iPad y Acer iconia A100 de 7″


Samsung Galaxy Tab: es el tablet Android con más ventas después del iPad. Existen versiones más económicas (a partir de 395€) de 7″ con solamente WiFi, o más grandes, de 10 pulgadas, con conexión 3G (lo cual encarece sustancialmente el precio). Es compatible con Adobe Flash, Adobe AIR y revistas .folio (Adobe Viewer)

Sony Tablet: un producto, como todos los de Sony, bastante bien acabado y de bastante buena calidad. Con una pantalla de 9,4″ de alta resolución, es un tablet óptimo para la lectura y el ocio (vídeo, juegos, etc.) Quizás adolece de no demasiada conectividad (no tiene salida de vídeo para conectarlo a una pantalla, TV o proyector) y su precio es relativamente caro (a partir de 425€)

Acer Iconia A100: es el que he optado por comprar. Un tablet con Android 3.1 (Honeycomb) por menos de 300€ y en general fácil de encontrar en stock. Pantalla de 7″ de alta resolución , es compatible con Adobe Viewer, se puede tomar con una sola mano y aunque no es tan potente como un iPad, puede ser una solución óptima, ya que por su precio, dispone de cámara, tarjeta de memoria SD, salida HDMI para TV, etc.

Acer iconia A100 de 7 pulgadas


BQ «Da Vinci»: esta marca, al igual que sucede con sus eReaders, es relativamente nueva en el mercado y está ofreciendo toda una gama de tablets Android a color «low cost». Su muy tentador precio no nos debería hacer perder la cabeza. Al fijarnos con lupa en sus diferentes características, vemos que muchos de sus modelos tienen Android 2.1, un sistema insuficiente (y ¡ojo! a menudo acompañado de un procesador insuficiente) para soportar Adobe AIR o Adobe Viewer. También tienen una resolución de pantalla pobre (800×600) a pesar de tener un tamaño de pantalla aceptable. Puede ser una solución óptima para el que quiera un tablet a color para un consumo básico de libros, música y vídeos, sin más pretensiones y con un techo de presupuesto muy marcado.

En definitiva, es un buen momento para dar el paso del papel a la pantalla y empezar a asomar la cabeza a todo un universo de contenidos digitales que son, además de apasionantes y muy variados, ¡muy muy económicos!