Hace casi un año publicaba un artículo titulado «¿Qué debería ser un e-book?» donde exponía los pros y contras de las nuevas tecnologías aplicadas a la edición de libros.

Hoy quisiera extender dicho artículo enfocándolo de una manera algo distinta, haciendo la pregunta en sentido inverso: «¿Qué no debería ser una publicación digital?».

En los trabajos de diseño y maquetación de publicaciones digitales en los que me he visto inmerso he visto una tendencia más o menos generalizada. El cliente final entiende que su publicación digital debe ser algo como la suma de una revista en papel + un DVD-ROM interactivo. Esta idea anclada en los medios clásicos acaba desembocando en un punto que no es nada cómodo ni para los maquetadores, ni para los desarrolladores, ni para los pobres dispositivos que tienen que sostener estos productos.



Y es que una publicación digital no debería ser un vertedero de contenidos.


Ya sea una revista, un catálogo, una memoria… existe la tendencia a preñar la publicación digital con vídeos HD, infinidad de galerías de fotos, etc. 

Creo que esto es un error. Entiendo que los autores o editores de la publicación les haga ilusión enseñar su producto que permite en pocas páginas darse un baño de contenido multimedia, pero en mi opinión es una estrategia que choca con muchas cosas, entre ellas, el Sentido Común.

Para empezar, los dispositivos móviles (tablets, smartphones) a pesar que han aumentado significativamente su capacidad en los últimos años, siguen siendo pequeños ordenadores a pilas, con una potencia de cómputo menor al de un ordenador de escritorio, y con una capacidad de almacenamiento limitada. Si de repente una gran variedad de publicaciones digitales pugnan por ocupar su espacio dentro de esos dispositivos, con todos sus MegaBytes de vídeos y fotos, al cabo de muy poco tiempo el usuario verá colapsado su dispositivo. Y los usuarios son conscientes de ellos y rechazan cada vez más esa invasión de su memoria sin contemplaciones.



Las publicaciones digitales han de ser ligeras, tanto en su «peso» (el espacio que ocupan en memoria) como en el uso de la CPU, pero también desde el punto de vista de la RX (Reader eXperience, Experiencia del Lector). 

Las lecturas, sobre todo en Smartphones, han de ser sintéticas, frugales, no experiencias excesivamente interactivas que acaben hastiando al usuario. En el mundo de las publicaciones digitales, se aplica más que nunca el consejo de Menos es Más.

Además, estamos observando una tendencia por parte del consumidor de productos digitales, sobre todo los pertenecientes a la franja de edad más joven, a un consumo de contenidos volátiles

Quizá el ejemplo más palpable sería el uso extendido de SnapChat, que los adolescentes están abrazando en detrimento de Whatsapp. SnapChat es un sistema de mensajería instantánea cuyo contenido multimedia se volatiliza una vez visualizado. No quedan constancias de largos chats o archivos adjuntos multimedia que también colapsan la memoria del dispositivo móvil.



Este detalle, que es ventajoso desde el punto de vista de la intimidad, también puede ser un buen planteamiento para las publicaciones digitales. Hace poco Apple anunció que reemplazará en el sistema iOS9 la aplicación Quiosco por «Apple News«, que será un agregador de noticias a partir de contenidos en bruto provistos por los medios y dispuestos de manera bonita por la propia aplicación. No más revistas de centenares de megabytes estancadas en las profundidades de la memoria de nuestro tablet. Leer, marcar, compartir si fuera preciso, y a lo siguiente, à la Twitter.

Por eso, a la hora de pensar en el diseño de una nueva publicación digital o libro electrónico, yo prefiero optar por centrar los esfuerzos en el interface y el RX. Los contenidos pueden estar basados en su mayoría en la nube (vídeos en Youtube, imágenes en Flickr, etc.) y dejar la experiencia offline en algo ligero, más basada en textos, gráficos e infografías interactivas HTML5 de tamaño ligero. 

Si combinamos esta filosofía de trabajo con actualizaciones periódicas de la publicación, podremos adaptarnos a usuarios que no verán nuestra publicación como algo engorroso, pesado y obsoleto que hace que su teléfono o tablet vayan más lentos, si no un lugar donde pasar un buen rato de vez en cuando, y dejar la puerta abierta a carruseles infinitos de imágenes para cuando dispongan de conexión a internet. Incluso se podría dejar a la elección del lector qué conjunto de imágenes desea descargar de la nube y seguir viendo por ejemplo en mitad de un vuelo transatlántico. 








Las publicaciones digitales y el contenido volátil

Un pensamiento en “Las publicaciones digitales y el contenido volátil

  • agosto 29, 2017 a las 9:14 pm
    Enlace permanente

    Hola Ignacio, he visto que in5 de inDesign soporta un formato para la plataforma LIQUID STATE PUBLISHING, ¿nos podrias contar algo sobre ello?, ¿es un proyecto serio?, ¿en que punto estaría frente al gratuito BAKER FRAMEWORK, el costoso MAG+ o el prohibitivo DPS de ADOBE?.

    Como siempre muchas gracias por tu difusión, espero que este 2016 nos descubras muchas novedades en el apasionante mundo de las publicaciones digitales.

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *